Tienen entre 22 y 32 años, han vivido casi toda su vida en democracia y en un país que ha ampliado sus horizontes de desarrollo. Quizás por eso, no conocen de privaciones y además de ser hiper tecnológicos, son impacientes e individualistas.
Un reciente estudio hecho por la multinacional head hunter Robert Half Chile develó, de paso, que quienes conforman la generación X -la generación anterior y que cubre a quienes van entre los 33 y 45 años- tiene problemas para relacionarse con ellos; de hecho, un 80% no quiere trabajar con estos jóvenes de poca experiencia.
Las cifras confirmaron también tendencias ya conocidas: sólo un 4% de la generación Y valora trabajar en equipo, probablemente estarán a lo más 2 o 3 años en la misma pega y más del 55% de ellos afirma que para mantenerse en ese trabajo espera un ascenso.
La ingeniera comercial Karina Pérez, directora de operaciones de Robert Half Chile, asegura que como todas las generaciones tienen cosas positivas y negativas. Que si bien son impacientes y quieren todo rápido, también son más abiertos y valoran mucho más una buena calidad de vida, es decir, un equilibrio entre la vida profesional y personal.
“La generación Y se crió con todas las comodidades, tienen todo hecho, nunca les ha faltado nada porque la familia se sacrificó para generarles un buen pasar y por eso, son impacientes en quemar etapas”, explica.
-Es una generación marcada por el consumo.
“Tienen padres que les dieron muchos más premios, que les dieron más libertades a sus hijos y nos se les pidió un gran esfuerzo para ganarse las cosas.
“Si bien son individualistas, creen en la comunidad que generan las redes sociales y por lo tanto, ven más allá de las fronteras que tienen sus padres”.
-¿Eso los hace más tolerantes, menos discriminadores?
“No sé si menos discriminadores, eso depende de la educación que hayan recibido, pero tienen una visión diferente de ver las cosas, más abierta.
“Son muy llevados de sus ideas, quieren que las cosas pasen luego y tienen poca paciencia para quemar etapas; los profesionales Y quieren ser jefes más rápido y no quieren hacer muchos sacrificios para lograr esa meta. Quieren todo, el combo completo: familia, casa, regia carrera, y todo trabajando lo justo para tener tiempo para sus intereses”.
-¿Son poco realistas?
“Son de un realismo distinto. Los observamos desde una generación diferente y puede que los estemos juzgando mal. Hay que entender el contexto en el que se criaron y aprender a manejarlos, porque es un hecho que no los vamos a poder cambiar.
“Nosotros sabíamos que para alcanzar algo teníamos que sacrificarnos; ellos lo exigen y lo exigen porque no lo van a transar, sino simplemente se van”.
-¿Esto debe conflictuarles bastante su ingreso al mundo laboral, la generación X es reticente a trabajar con ellos?
“No tienen problemas de entrada porque se necesitan a estos profesionales y hay que aceptarlos como vienen; el tema es que no se quedan si no les gustan las condiciones.
“La generación X espera alguien parecido a ellos, un joven que se queme las pestañas y eso no pasa, por lo tanto, ya que no los vamos a cambiar, son los ambientes laborales los que se tienen que adaptar”.
-¿Es complejo trabajar con alguien que tú sabes que se va a ir?
“Es la realidad, y no se puede trabajar con el terror de que ese joven se va a ir. Hay que generar un ambiente, algo para que esa persona se quede. Que se queden tres años es lo que se espera, lo que está mal es que se vayan a los 3, a los 6 meses”.
-Ese algo pasa por hacerlos jefes y subirles el sueldo en un 20%.
“Claro, quieren ser bien pagados y tener un buen equilibrio entre lo profesional y lo personal. Ellos tienen que aprender que no pueden lograr todo en la empresa, pero para ellos lo fundamental es tener un buen desarrollo profesional; buscan desafíos nuevos y no quieren seguir haciendo lo mismo en la pega por otro año”.
-Sólo un 4% quiere trabajar en equipo y el 37% quiere mandar el equipo, ¿lo quieren todo?
“Son agrandados. Es verdad que las empresas propenden a hacer equipos y ellos quieren brillar, ser estrellas, pero también es cierto que hay de todo. Algunos aprender a trabajar en equipos y otros son más individualistas. Lo que sí creo es que ellos buscan ser jefes; un año están dispuestos a ser parte del pool, pero al siguiente quieren ser jefes y si uno no les da la oportunidad, el del lado se la va a dar.
“Esta economía hoy tiene pleno empleo y por lo tanto, hay oportunidades para todos. Si ellos ven que en la empresa en que están no les dan lo que necesitan, miran el mercado. Nosotros tenemos candidatos que se han cambiado 2 o 3 veces de pega en un año y han más que duplicado su sueldo y están de súper jefes”.
-¿Cuál es el costo de eso?
“Así como suben rápido, la caída también lo es. No tienen la madurez necesaria para asumir tantas responsabilidades en el corto plazo; por eso, hablamos de quemar etapas no porque haya que sacrificarse demasiado, sino porque hay un sentido de las cosas. Hay que tener cierto nivel de experiencia para afrontar ciertas responsabilidades.
“Son exigentes con ellos, pero no le dan tiempo al tiempo; hay habilidades que no se aprenden de la noche a la mañana, se aprenden en el trabajo”.
-Han tenido pocas frustraciones en su vida, ¿cómo enfrentan el fracaso?
“Lo pasan mal; se dan cuenta tarde que no debieron llegar tan rápido. Es una generación que aprenderá con los golpes, probablemente sus errores serán más grandes y se van a dar el costalazo. Ser tan ambiciosos cobra la cuenta al final”.
-¿Qué consejo se les puede dar?
“Les recomendamos mucho que piensen bien lo que quieren hacer porque son cortoplacistas. También mostrarles que todo cambio tiene un riesgo y hay que tener razones de peso para moverse. Hay que hacerles entender que no todo es tan perfecto y cuesta un poco aterrizarlos porque son muy llevados de sus ideas”.
-¿Son más eficientes?
“Como en todo, hay de todo. Hay muchos que van a ser expeditos, pero otros no van a llegar a la meta. Tienen las herramientas para el desafío de su edad, el problema es que ellos están pidiendo estar más allá.
“Hay jóvenes que están ganando mucho dinero para lo que realmente están aportando, y deben tener en cuenta que en épocas de vacas flacas pueden ser los primeros que vayan a sacar”.