Nacimientos de multillizos imponen nuevos desafíos a la sociedad

Según datos oficiales difundidos por Estados Unidos esta semana, uno de cada 30 bebés es un gemelo. Este incremento se debe, principalmente, al mayor número de fertilizaciones in vitro, así como al aumento en la edad de las madres.

Las cifras entregadas por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Estados Unidos indican que el número de gemelos se duplicó en 2009 con respecto a 1980, pasando de 68.339 a más de 137.000 nacimientos.

En Chile, al contrario, la situación se ha mantenido estable. Según los datos que maneja la Fundación Multillizos, en 1990 hubo 4.533 partos múltiples, los que representaron el 2% del total de nacidos vivos. Diez años más tarde, 4.260 mujeres fueron madres de gemelos y en 2009 hubo 4.472 partos múltiples.

Aunque en nuestro país la tasa de nacimientos múltiples no ha mostrado mayores modificaciones durante los últimos 20 años, este tipo de parto estaría absolutamente ligado a los tratamientos de fertilidad, que cada vez son más en Chile. Así lo asegura, el ginecólogo Hernán Muñoz, presidente electo de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, quien agrega que, aunque se desconoce la causa, las madres de mayor edad poseen una mayor probabilidad de tener partos generalizados.

Añade que debido a los riesgos -tanto para la madre como para los bebés-, que conlleva un embarazo múltiple, los médicos dedicados a la fertilización in vitro (FIV) están optando por no implantar más de uno o dos embriones. Esta medida disminuyó los partos múltiples derivados de FIV, pero como la técnica se ha vuelto más frecuente, el número de multillizos se mantiene estable.

A pesar de que los hermanos mellizos no son una realidad nueva, es un hecho que en la actualidad son mucho más visibles y su educación y crianza supone una serie de desafíos a padres, educadores y sociedad.

Por años se ha sostenido que los multillizos no deben ser vestidos iguales y los colegios aplican la política de separarlos de curso desde pre kinder, en lo que se considera un proceso de apoyo para su individualización.

Sin embargo, hoy muchas de esas creencias están siendo puestas en tela de juicio. Paula Rojas, madre de trillizos y creadora de Fundación Multillizos, señala que "no es bueno separarlos antes de los 7 años, porque se genera un cuadro ansioso en ellos; ellos necesitan ver a sus hermanos para sentirse seguros".

"No está comprobado que sea bueno separarlos, en cambio, si hay muchos casos de niños que han pasado por procesos muy difíciles en la separación en los colegios" agrega Rojas.

La separación, explica, es aplicada bajo la tesis de que los niños prematuros, como tienden a ser los multillizos, poseen mayor riesgo de presentar déficit atencional, "pero probablemente si están junto a sus hermanos les costará menos aprender", puntualiza.

Natalia Silva, psicóloga, madre de trillizos, confirma la necesidad de mantenerlos juntos, señalando que en su caso mantuvo a sus pequeños juntos en el colegio y no los separó hasta que entraron a enseñanza básica, buscando afianzar la personalidad de cada uno.

"Son bastante diferentes. Cada uno tiene su curso en el colegio, sus intereses y sus amigos, y a estas alturas llevan una relación como la de cualquier hermano, con celos y un compañerismo súper grande, además de que agradecen mucho los minutos para uno, es decir, que por ejemplo vaya al supermercado con sólo uno de ellos", señala.

Uno de los desafíos que tiene Fundación multillizos -donde actualmente se reúnen 150 familias- es plantearle al Ministerio de Educación que cada colegio examine caso a caso la separación de los multillizos durante los primeros años de escolaridad, buscando así un mejor desarrollo de la personalidad de estos niños que desde la fecundación desconocen la soledad.