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Los caminos a seguir si tu hijo moja la cama

El trastorno se llama enuresis y se da en niños que en forma involuntaria se orinan durante el sueño.

03 de Febrero de 2012 | 12:30 | Emol
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Héctor Yáñez, El Mercurio

Despertar mojados por la mañana, y enfrentar diariamente la vergüenza y el tormento que significa la situación, para los niños, no es nada de fácil.

El trastorno se define como enuresis y sería la emisión involuntaria e inconsciente de orina durante el sueño, e incontinencia, cuando el escape se produce durante el día.

Para la doctora Anna Nardiello Natalino, jefa del Servicio de Pediatría Clínica UC San Carlos Apoquindo, el trastorno es multifactorial y sus causas se encuentran en alteraciones físicas y psicológicas.

"Puede existir un problema con una hormona que actúa a nivel renal y que controla la cantidad de orina que se produce de noche, o bien porque hay vejigas hiperactivas o de capacidad muy reducida y por alteraciones de sueño", dice.

En cuanto a los factores psicológicos, afirma que son más bien secundarios a la enuresis y no causales de ella, y es por esto que "es muy importante que los padres entiendan que el niño no puede controlarlo".

Agrega que tiene un claro componente hereditario. "Cuando existe un padre con antecedentes de enuresis, hasta un 50% de la descendencia puede tener el mismo problema y si ambos padres tienen el antecedente, hasta el 75% de sus hijos", declara.

¿Hasta que edad es "normal" que suceda? La pediatra explica que los niños pueden demorar hasta los 5 ó 6 años en lograr el control nocturno del esfínter.

Por su parte, Benjamín Reyes, psicólogo y académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Los Andes, afirma que "si bien, hay niños que a los 2 años dejan los pañales y son capaces de dormir sin mojar la cama, hasta los 4 años aún se pueden considerar normales las dificultades para amanecer secos".

Sin embargo, para considerar que un niño o una niña presentan el trastorno, no basta tener episodios aislados sino que se debe repetir la situación por lo menos dos veces por semana, en un periodo de al menos tres meses. A eso se le llama enuresis primaria.

También existe una enuresis secundaria, que se da cuando el niño se vuelve a orinar después que controla el esfínter. Según el psicólogo Benjamín Reyes, esa enuresis también aparece en medio de episodios estresantes para un niño. "Desde eventos como un cambio de casa o país, el nacimiento de un hermano, la separación de los padres, un accidente o la muerte de un familiar, hasta eventos traumáticos como violencia intrafamiliar o abuso sexual".

Cómo ayudar a los niños

¿Qué hacer si la enuresis es involuntaria? Lo primero que aconsejan es proteger la estima del niño, no avergonzarlos, no darle mayor importancia de la necesaria y no hacerla pública si él o ella no lo desean.

"Hay que explicarle que es una condición de la cual se mejorará y la cual no puede evitar. En lo concreto, tratar que no exceda la ingesta de líquidos a última hora antes de dormir, pero tampoco imponer una restricción exagerada; hacer un hábito de ir al baño en forma frecuente durante el día, y a última hora antes de dormir", comenta Anna Nardiello Natalino.

Señala que levantarlos dormidos a orinar sirve para que no se despierten mojados, pero que eso no lo ayudará a controlar antes el esfínter y que hacerlo, es a veces un gran esfuerzo para los padres. "No es contraproducente poner pañales de noche o algún tipo de pull up, no retrasa el control de esfínter".

Asimismo, aconseja que cada pequeño sea evaluado por un nefrólogo pediátrico independiente si es enuresis primaria, secundaria o solo incontinencia.

Refuerzo positivo

Para abordar el tema en la familia será necesario erradicar la creencia popular de que los niños mojan la cama con intención, porque actualmente se ha establecido que la enuresis no se produce por inmadurez psicológica, y será fundamental, no presionarlos y protegerlos de las burlas.

Ambos especialistas llaman a tratar adecuadamente a un hijo enurético, resaltar los días en que amanece seco y revisar juntos qué hizo ese día que pueda haber influido en ese feliz amanecer con preguntas cómo ¿fuiste más veces al baño? o ¿tomaste menos agua?

Ahora, si la enuresis se complica e impide la socialización con sus pares, les provoca problemas de autoestima o ya están sobre los 10 y 11 años es posible abordarla con fármacos.

La pediatra de la Clínica UC San Carlos de Apoquindo, comenta que también existen tratamientos que son conductuales y funcionan a través de alarmas de sonido frente a la primera emisión de orina.

"La idea es que a largo plazo el niño sea capaz de reconocer la información de vejiga llena y enviar la información a su cerebro de tener que despertarse".

Por lo tanto, lo mejor será consultar a un especialista, y establecer las causas y el tratamiento más adecuado para terminar con el tormento de amanecer mojado con orina.


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