Aunque suene demasiado simple para ser cierto, descansar bien y dormir las horas que corresponden es un hábito básico para alcanzar una meta tan ansiada como la felicidad. A esa conclusión llegó Gretchen Rubin, una ex abogada que
dejó el Derecho para dedicarse a investigar cómo ser feliz.
“Desde que comencé mi proyecto de la felicidad, me convencí cada vez más de que dormir es vital para la felicidad y la energía”, dice la norteamericana, refiriéndose a “The happiness project”, su libro que muestra decenas de estudios científicos que buscan el mismo propósito que ella.
Asimismo, en su sitio web, Rubin se preocupa de actualizar datos y consejos para que sus seguidores, agobiados por la rutina y las responsabilidades, alcancen un estado de paz interior.
De esta forma, entrega siete estrategias para lograr ordenar y, sobre todo, respetar las horas de descanso que cada persona necesita y merece, y que les ayudará a estar con una mejor disposición al día siguiente.
1.- Determina una hora específica para ir a acostarte: Como explica Rubin, muchos adultos necesitan entre 7 y 9 horas de descanso, por lo que sería preciso acomodar el horario según la hora en que te levantas, para alcanzar a dormir ese tiempo.
2.- No esperes a estar muerto de sueño para decidir acostarte: Sé consciente de las tareas que asumes y los pasatiempos que realizas cerca de la medianoche, y ve si están atrasando mucho la hora en la que deberías estar durmiendo.
La abogada comenta que en el caso de que seas de esas personas que aseguran ser noctámbulas y que a la una de la mañana están frescos -por más que deban levantarse a las 6-, que pruebes con relajarte, sentado, en una habitación oscura, con la cabeza hacia atrás. Así verás realmente cuán activo estás o si tu cuerpo, en realidad, necesita un descanso.
3.- No mires internet ni televisión, por lo menos, desde una hora antes de ir a dormir: ¿Quieres darle una miradita más a tu correo antes de dormirte? Pésima idea. Ver televisión u ocupar el computador es una actividad que estimula los sentidos y aleja a Morfeo de tus sábanas.
4.- No tomes cafeína, por lo menos, desde unas cuantas horas antes de ir a dormir.
5.- Siempre recuerda lo agradable que es despertarte solo, sin que la alarma te deje pegado al techo: La gran mayoría de las personas ha adoptado ciertos hábitos para conciliar el sueño, como ver televisión, jugar con el celular, y -como mencionamos antes- revisar los correos electrónicos. ¿Vale la pena mantener esas costumbres en desmedro de un despertar reparador y liviano? Vale la pena cuestionárselo.
6.- Prepárate con mucha anticipación para acostarte: Hay veces que el cansancio físico o mental atrasa el momento de acostarse, simplemente por la flojera que da pensar en ir a lavarse los dientes y hasta ponerse el pijama.
Para eso, Rubin recomienda ir preparando el terreno con más anticipación y no dejar las cosas para el final. Además, como tema a parte, la abogada comenta que lavándose los dientes antes, puede que haya menos probabilidades de ir a darse una última vuelta por la cocina buscando algo para picar.
7.- Crea una rutina para acostarte y realízala a la misma hora cada noche: Hacer lo mismo todas las noches le indicará al cuerpo que se acerca la hora de dormir. Tómate un té, lee un libro, o realiza cualquier otra actividad que no estimule más allá de lo necesario tus sentidos y te relaje para tu merecido descanso.