¿Quién es Venus? “Es un arquetipo presente en todas las mujeres y tiene que ver con la relación que establecemos con el placer, el goce, el amar y el amarnos a nosotras mismas”, responde Nina Bascou, psicóloga con estudios en astrología y creadora del Taller Mujer y Eros (ninabascoub@gmail.com)
Afirma que algunas mujeres pueden identificarse más o menos con ella, pero siempre está presente. “Es la mujer-amante que logra gozarse a sí misma y gozar la vida y el amor”, explica.
Dice que es importante reconocerla por el apego a la vida que otorga, impulsando un gusto por estar viva, con disfrutar, con encantarse con las experiencias y desear.
“Es un excelente medio para conectarse con el poder femenino. Una mujer conectada a su Venus interior tiene una sana autoestima y una fuerte vitalidad”.
Al contrario, si la Venus está desconectada, afirma, las mujeres se vuelven autoexigidas, deprimidas, descuidadas, complacientes, tensas, irritables, con sentimientos de impotencia, culposas y muchas veces excesivamente dependientes de otros.
“Y viven la pasión y el encuentro con el otro, desde la obligación, o lo realizan con miedos, bloqueos e inhibiciones que no permitirán el fluir de la relación”, sentencia.
Pero además del goce por la vida, el encuentro con la Venus tiene que ver con la búsqueda de una nueva manera de vivir, basada en la cooperación, en la simplicidad y en la conexión a lo esencial.
“Creo que estamos empezando una nueva era que va a reencontrar y valorar los talentos, habilidades y capacidades femeninas, como la intuición, la sabiduría y conexión a la naturaleza y la creatividad, la sanación”, afirma.
Esa revaloración, continúa, será beneficiosa para mujeres y hombres porque la conexión se hace con la energía femenina, que invita al cambio y a salir del dolor y las discriminaciones.
¿Cómo empoderarse?
Para sanar y empoderarse de esa Venus, Nina Bascou indica que basta con tomar conciencia de ese lado femenino a través de una buena lectura, un programa de TV, la conversación profunda con una amiga o la asistencia a un taller.
Pero en otros casos, cuando el aspecto femenino está dañado por situaciones de violencia, por haber nacido en familias muy cohibidas con el sexo o solo por inmadurez, la sanación será un proceso más lento. Cuenta que un dato clave es comprender que Venus nace adulta. Es decir, su presencia tiene que ver con crecer y madurar. Además, reitera, que al conectar con la Venus interior, “realmente nos conectamos al placer, al goce y a la alegría y logramos dejar atrás a la mujer víctima y sufriente y somos responsables por crear nuestra propia felicidad y destino”.
Nina Bascou en sus talleres ocupa la astrología, porque asegura que con ese método es posible saber las características específicas de la Venus natal de cada persona, que a veces, es muy disonante al concepto que una mujer tiene de sí misma.
El poder femenino
“El poder de la mujer no radica en ser igual al hombre o ser mejor que ellos, sino en ser mujer y desde ahí lograr lo que uno quiere, donde puedes conseguirlo todo, desde el campo de las relaciones o en el mundo laboral”, afirma Teresa Fernández Barros, terapeuta de la Escuela de Desarrollo Femenino en Chile (femenino-sagrado.blogspot.com)
En ese sentido, dice que el reconocer el poder femenino y sus cualidades de armonía, belleza, sensibilidad, intuición, flexibilidad y capacidad de nutrir a otros hace que la mujer se sienta plena, segura y capaz. Pero hacerlo cuesta por la carga histórica que pesa y que ha llevado a calificar a esas características como tontas, débiles y sumisas.
Además, explica que esta autovaloración contribuye a armonizar las relaciones de pareja.
“Si trabajas tu femenino se nota, pero lo importante es que el trabajo es con uno misma. Te enamoras de ti, de tu cuerpo, tu sensualidad que es única y sagrada. Sientes placer y lo permites. Te sacas condicionamientos o patrones socioculturales y comienza el despertar tuyo y hasta puedes encontrar una pareja porque despiertas tu femenino y sacas tu sensualidad”, detalla.
Para trabajar estos aspectos, la terapeuta ocupa la danza, la meditación, los masajes, revisamos la comunicación, la mirada y también las teorías al respecto. “Lo que buscamos es que las mujeres vivencien en su cuerpo todo lo que vamos enseñando, reconectando”.
En definitiva, conectarse con la Venus y el poder femenino más allá de la teoría, está relacionada con aceptarse tal cual se es y confiar que desde esa sensibilidad, de ser mujer, también es posible ser exitosa y bien amada.