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¿Te someterías a una Terapia Integral del Alma?

El método energético promueve la sanación del cuerpo y la evolución espiritual.

18 de Mayo de 2012 | 15:33 | Por Francisca Vargas V.
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¿Qué es evolucionar? ¿Sanar? ¿Se puede cambiar la forma de pensar? ¿El cómo se procesan las emociones? O tal vez, ¿mejorar de una enfermedad incurable?


La búsqueda de un estado de equilibrio emocional, en forma permanente, es una necesidad que se remonta hacia tiempos pretéritos.


¿Cómo lograrlo?


Hay tantas técnicas como dolencias y sobre todo en Chile, donde el despertar espiritual es potente y ya nadie se asombra cuando se habla de alma, energía, seres de luz y sanación. Es más, un gran porcentaje entiende o intuye su significado profundo.


Para comprenderlo, la terapeuta Claudia Quezada info@platinumforce.org , afirma que los seres humanos “son mucho más que solo cuerpo físico y que éste, es sólo un reflejo de cómo se siente y está nuestra alma”.


Entonces, pensando en sanar, especialmente, los “dolores del alma”, ella propone la Terapia Integral del Alma.


“Es un revolucionario método de sanación que, utilizando una luz de muy alta frecuencia, en conjunto con un conocimiento metafísico moderno, único y original, no sólo ayuda a las personas a expandirse a niveles más elevados de salud, sino que también les permite acelerar su proceso evolutivo”, explica Claudia Quezada, canalizadora de la terapia y master Platinum Force F.T, que es el nombre técnico, que se le da a esa luz de alta frecuencia.


Es decir, es una técnica energética de curación que, asegura, sirve para tratar todo tipo de enfermedad física, emocional, psíquica. “Hay personas que tienen cambios increíbles en sus vidas y otras han recibido regalos creativos, que las han ayudado a evolucionar”.

Soltar emociones

Claudia Quezada dice que la terapia elimina y extrae grandes cantidades de emociones retenidas, lo que permite sacar a las personas de sus depresiones.


“Las libera de energía traumática, lo que les otorga paz”. Además, sana dolencias físicas que serían provocadas, en su gran mayoría, por emociones retenidas que tapan el órgano en cuestión. También mejora el comportamiento y desarrollo de personas con deficiencias. “Aumenta la vitalidad, las ganas de vivir y encamina nuestra vida a que seamos más asertivos”, afirma.


Pero, ¿de dónde proviene la terapia?


 La terapeuta cuenta que la terapia emerge de una habilidad con la que nació y que le ha permitido tener, desde muy pequeña, recuerdos de vidas anteriores y contacto con seres de luz, a quienes logra ver claramente.


“Luego, en mi adolescencia, fui contactada directamente por un Maestro Ascendido de Luz, quien me escogió para entregar conocimientos profundos del ser humano y su evolución. Entonces, comencé a entender el mundo desde otras perspectivas, sin imaginar que con el tiempo eso sería útil para otras personas”, revela.

El método, la terapia

“Todas las personas, sin importar su edad, están rodeadas de una gran esfera energética que puede medir varios metros. Este campo denominado huevo áurico, que equivale al alma-personalidad, puede estar dañado estructuralmente, tanto por fuera como por dentro, lo que genera problemas en su vida actual”, asegura la canalizadora Quezada.


Entonces, lo que ella hace en cada sesión es expandir sus campos energéticos para envolver el campo áurico del paciente, lo que le permite, primero conocer el problema que está afectando a esa alma -que no necesariamente coincide con lo que la persona piensa o cree que es-, para luego ayudar a modificar ese problema, logrando reprogramar al ser en todas sus dimensiones y de esta forma, promover su sanación.


Al “recorrido” por el paciente, ella lo llama “transmigración de la conciencia” y ese sería el don que le faculta poder trabajar con la energía, viajar en el tiempo, a otras dimensiones y comunicarse con Seres de Luz, tal como ella cuenta.


“A través de mi conciencia me ‘transformo’ en la otra persona por unos segundos y puedo describir sus emociones y pensamientos, incluso sus vivencias o saber qué órgano le duele, ya que yo misma siento el dolor”, detalla.


Con esta técnica, Claudia Quezada, afirma que puede modificar los llamados registros akashicos, que serían múltiples capas de conciencia, en las cuales se perciben formas que van desde los pensamientos, sentimientos, actos, vivencias y otras vidas, hasta patrones genéticos, vicios, malos hábitos y enfermedades, por ejemplo.


Pero para hacerlo, primero tendrá que decirle a la persona qué formas o sustancias tiene en su campo energético y así, ésta pueda comprender por qué se han acumulado. Luego se eliminan, utilizando luz divina que las reabsorbe.


La terapeuta y canalizadora, porque recibe información de Maestros de Luz, añade que la Terapia Integral del Alma está recomendada para todo tipo de personas, edades y con todo tipo de enfermedades.


“A mis terapias asisten desde bebes antes de nacer, niños con problemas, jóvenes depresivos o no entendidos, adultos en búsquedas espirituales, hasta quienes quieren mejorar sus vidas”, declara.


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