Las piedras tienen poder. Se ha comprobado que hay ciertos tipos que protegen, sanan y equilibran la energía del cuerpo humano por resonancia. Cada gema tiene un color, una estructura molecular y una geometría particular.
“Nosotros, los gemoterapeutas las consideramos seres vivos porque vibran y no como una masa densa e inerte”, asegura Clara Meneses, terapeuta holística y maestra de Reiki (clarinjen@gmail.com)
Entonces al vibrar, comenta, están constantemente irradiando y que uno sienta un “gusto” por una más que por otra es porque existiría esa interacción sutil. “Si te atrae una piedra es porque ella te elige a ti y hay algo que tienes que trabajar con esa gema”, afirma.
La terapeuta comparte que protegen el campo aúrico de energías dañinas y que con el sólo hecho de tener una piedra te comenzará a sanar. Otras opciones son trabajar con ellas, básicamente, colocándolas en los distintos centros de energías o chakras y relajándose por varios minutos. Esto provocará, entre otros efectos, un mejor flujo energético. También existen elixires de piedras que funcionan como las terapias de esencias florales.
“Más que actuar en cuerpo físico lo hacen en los cuerpos sutiles. Somos seres electromagnéticos, nuestra energía está en constante vibración, movimiento y las piedras son una herramienta maravillosas y mágica que te ayudan a transformar diversos aspectos emocionales y psíquicos”, acota.
Las piedras y sus energías
Antes de decidirse a usar una por cuenta propia es necesario limpiar la piedra, ya que cual radar, siempre estarían percibiendo lo que las rodea y sobre todo es necesario borrar aquello que han asimilado antes de llegar a uno.
“Lo que más se usa es dejarlas en agua con sal por la noche y no por mucho tiempo.
También sirve ponerlas encima de un tiesto con sal de mar o si lo prefieres, enterrarlas en el jardín por 4 a 7 días eso les encanta, salen bonitas y revitalizadas”, aconseja Clara Meneses.
Otra forma de descargarlas son con inciensos, los símbolos de Reiki y los más adelantados, las pueden limpiar con el aliento y visualizarlas rodeadas de luz.
A continuación se potencian con la energía del sol, pero que no les llegue directo por un par de horas o con la luna llena. Luego de este proceso, se programan. “La colocas en tu frente, en tu sexto chakra o en corazón, le das las gracias, la bendices y le pides lo que quieres trabajar, claro según las potencialidades de la piedra. Lo más importantes es tu intención”, aconseja.
Para elegir una gema existe una amplia variedad que son fáciles de encontrar. Hay preciosas, semi preciososas y cristales. Son de origen mineral, animal y vegetal.
Entre las preciosas, diamante, esmeralda, rubí, zafiro, topacio. Las semipreciosas, aguamarina, ágata, jade, lapislázuli, malaquita, obsidiana, ópalo, turquesa, zircón. Entre los cristales destacan los cuarzos, amatistas y citrinos, entre otros.
“Cualquier mineral sólido fue uno líquido y todos los cristales son minerales, pero no todos cristalizan en mineral. También hay gemas que son de original animal, como los corales y de origen vegetal como el ambar, que es la resina de los pinos petrificada”, detalla la experta.
Ahora, el porte de la piedra no importa, según certifica Clara Meneses. Por eso, propone usarlas en los accesorios, joyas y también como elemento del Feng Shui.
Al respecto enseña que para armonizar los ambientes, preferir una amatista. Para protección, turmalina negra, hematite, onix. Penas de amor, las de color verde y rosadas, como el cuarzo rosa, la esmeralda y la aventurita. Y en caso de requerir prosperidad, la opción son las de color amarillo como el citrino, el cubo de pirita y el ojo de tigre, éste también si es colocado en el ombligo en estado meditativo trabajará mejorando la relación con los padres e hijos.
La poderosa obsidiana
Con esta gema, Ana Silvia Serrano en México creó hace 20 años un sistema terapéutico llamado “Geometría de Obsidiana”, basado en los arquetipos jungianos.
“Es una piedra ferromagnética y volcánica, que se cristaliza 20 metros antes de salir a la superficie y tiene diversas propiedades, entre las que destaca su capacidad de absorber la energía densa que se aloja en cuerpo físico”, explica desde México, Sofía Knakal Sanchez, terapeuta, maestra de terapia floral y Geometrías de Obsidiana (terapiafloralyobsidiana@gmail.com).
Indica que en la terapia se usan piedras pulidas en 39 geometrías distintas, lo que incidirá y potenciará su efecto. Pero, alerta, que para obtener los máximos resultados se requiere realizar la terapia y al hacerlo, se obtendrán las gemas para su uso individual.
“Al trabajar con está jungiana, la obsidiana se ocupará de la sombra, aquello que rechazamos de nosotros mismos y nos dará la conciencia sobre esos aspectos no elaborados o no vividos”, detalla.
Para introducir en sus poderosos efectos, el próximo 24 de junio dictará un seminario en Santiago. En esa oportunidad, trabajarán las geometrías de “Osiris, el huevo” y “Omi, la ombliguera”.
La primera se utiliza dentro de la vagina para trabajar los aspectos femeninos, comunicación y relaciones de pareja, sacando emociones guardadas que no han sido elaboradas y relaciones que se han quedado en el camino, y a nivel físico sana patologías relacionadas con esa zona.
Mientras que “Omi, la ombliguera”, resguardará el centro de la persona. Según cuenta Sofía Knakal, corta las dependencias y se produce a nivel físico una unión en el campo físico con lo sutil lo que aporta equilibrio. Mientras a que nivel mental, permite pensar con mayor claridad.