Es un hecho, el consumo moderado de vino tinto ayudaría a la mantención adecuada de la flora intestinal.
Según un estudio esto se debería a la presencia de los polifenoles, compuestos naturales presentes en la fruta, verdura, vino, café, té o chocolate y que ayudarían a inhibir las bacterias no beneficiosas de la flora intestinal.
La investigación hecha por el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición en colaboración con el programa Ingenio-Consolider (FunCFood), según señala el diario ABC, el vino tinto podría proteger contra afecciones como los trastornos intestinales, las enfermedades inflamatorias, el cáncer y la obesidad.
El estudio publicados en American Journal Clinical Nutrition siguió a un grupo de hombres por 20 días, oportunidad en la que compararon los efectos en la lora intestinal del vino, las bebidas sin alcohol y el ginebra.
Así se concluyó que el vino tinto mejoró la flora intestinal, incrementando el número de bacterias relacionadas con la protección de determinadas enfermedades.