Cheryl (30) y Ashley Barrier (27) se separaron ya el año 2008. En los tres años que alcanzó a durar su matrimonio, tuvieron dos niñas -Felicity y Aimee Louise- y habían sido felices, como aseguran ambos hoy. Él era extremadamente chistoso, y ella se imaginaba toda la vida a su lado. Al menos, hasta que él le confesó que era gay.
Es la pesadilla de muchas que leen en revistas historias o se enteran de casos en los que una mujer se separa al descubrir que su marido o pololo es homosexual, cayendo en un depresivo quiebre amoroso que se torna más difícil con los cuestionamientos que surgen: ¿Habrá sido mi culpa? ¿No logré enamorarlo? ¿Es mejor esto a que me haya dejado por otra mujer? ¿Fue siempre así y me engañó? ¿Me usó para guardar las apariencias?
Naturalmente, Cheryl también se las hizo. Pero su particularidad, y el motivo que la ha llevado a estar presente en varios medios de Inglaterra, su país, es que decidió no dejarse abatir, y enfrentar de la mejor forma que pudo la situación: alentó y ayudó a Ashley a encontrar un hombre para salir.
“Ashley era mi hombre perfecto. Guapo, educado, divertido”, dijo la mujer al programa “This morning”. Pero hace cuatro años, mientras iban los dos en su auto, él confesó lo que le venía pasando desde hace un tiempo.
Tal como Ashley explicó, no fue de un día para otro, pero tampoco lo supo siempre. “Lo que siempre quise fue tener una esposa e hijos. Siempre he dicho que de haberlo sabido antes, no me habría casado (...) Pero no me arrepiento de eso. Cuando lo hice, me encantó, y fuimos muy felices juntos”, recordó.
Por su parte, su ex esposa relató al The Mirror cómo se enteró. “Ashley me miró y me dijo ‘¿qué dirías si me gustaran los hombres?’. Al principio me reí, pero después de verlo, me di cuenta que hablaba en serio. Me quedé sin palabras. Lo único que pensé fue que enfrentaría la situación cuando llegara el momento de hacerlo”.
Llegaron a la casa, pero no se volvió a tocar el tema, principalmente, por el shock que Cheryl dice haber sentido, y las pocas ganas de asumir lo que ocurría. “Me quedé pensando en todas las veces que él había dicho que me amaba y en el buen sexo que tuvimos. Me preguntaba si todo nuestro matrimonio había sido una mentira o si él siempre deseó que yo fuera un hombre. Pero no podía enfrentarlo. No quería alejarlo y quería poner a las niñas primero, antes que todo”.
Tres meses después, la situación fue insostenible. Cheryl se daba cuenta que su marido sentía mucha culpa, y que se torturaba por lo que le ocurría. Tanto así, que cuando ella lo encaró, él le rogó que vieran la posibilidad de salvar el matrimonio y hacer que las cosas funcionaran.
“Yo lo amaba y me dolía lo que pasaba, pero no quería ser la razón de que él viviera una mentira”, dijo Ashley, quien al ser consultada acerca del enojo que debió sentir en esos momentos, contestó: “¿Enojada? Ya tengo casos de homosexuales en la familia. Mi hermano es gay, así que estamos acostumbrados a enfrentar estos temas y los aceptamos”.
Una familia unida
Cheryl y Ashley se habían conocido gracias a que la hermana de él pololeaba con el hermano de ella. Y aunque esa relación no fructiferó, la nueva pareja tuvo a su primera hija y se terminó casando en una ceremonia, en julio de 2005, que ambos recuerdan como muy linda y llena de sentimientos.
Fue mientras esperaban a su segunda hija, que el hermano de Cheryl confesó que era gay. “Lo primero que pensé fue, ¡al fin! (...) Toda la familia lo sabía y fue un alivio que él finalmente lo admitiera a sí mismo”, recuerda la mujer.
Es por eso que cuando llegó el turno de enterarse de la condición sexual de su marido, se sintió preparada. “A pesar de que estaba devastada y molesta, sentí una extraña calma y empatía. No era culpa de Ashley, ni tampoco mía (...) Vi lo difícil que había sido para mi hermano admitir lo que sentía, y estuve ahí para él. Así que supe que también lo estaría para mi esposo”.
La inglesa decidió alentarlo a experimentar su sexualidad. Tras separarse en 2008, lo acompañó a cuanta fiesta pudo y leo ayudó a conocer hombres. “Se que parece una locura, pero quería mostrarle que no había nada de qué avergonzarse y me ayudó a olvidarme de él también”, confesó Cheryl, quien luchó por mantener una buena relación con su ahora ex esposo, y asumir con naturalidad su homosexualidad, sobre todo por sus hijas. “Cuando llegó el momento de contarles, les dije: ‘Al papá le gusta los hombres ahora. Pero las sigue amando a ustedes”.
Sentaba junto a Ashley y a la nueva pareja de él, su esposo Nathan Close (28), Cheryl asegura ser una amiga cercana de ambos, y que eso mantiene la familia unida. Además, luego de comprender que la sexualidad de su ex marido no fue una opción, sino una realidad que nadie podía evitar, decidió que no se tomaría lo sucedido como algo personal, pero sí se preocuparía ahora de ordenar su vida y bajar un poco de peso para sentirse mejor con ella misma.
Por su parte, Ashley comentó que los tres decidieron hacer pública su experiencia para alentar a otros hombres gay que se sientan atrapados en una relación heterosexual, por la culpa o el miedo. “Algunas personas se sienten avergonzadas, pero me gustaría que vieran lo bien que lo estamos haciendo como familia unida”.