“Estos niños necesitan amor y cuidado. Son vidas humanas preciosas. No puedo entender cómo la gente puede dejar guaguas tan vulnerables en las calles”, dice desde el hospital una anciana china de 88 años.
Su nombre es Lou Xiaoying y está postrada en una cama de hospital, en sus últimos días de vida, dice con esfuerzo. Es precisamente por su grave estado de salud, con falla renal y cardíaca, que varias personas de su comunidad, en Jinhua, en la provincia de Zhejiang, decidieron hacer
pública su historia, y hoy, Lou es conocida mundialmente como la mujer que recogió y salvó de la muerte a más de treinta guaguas abandonadas en las calles de China.
Durante toda su vida, ella y su marido, Li Zin, trabajaron como recicladores de basura. Ahí, en medio de los desechos, encontró decenas de veces, guaguas que habían sido dejadas a su suerte, en un país conocido por su política del hijo único.
“Todo empezó cuando encontré a la primera guagua, una pequeña niña en 1972 (...) Ella estaba tirada entre la basura en la calle, abandonada. Habría muerto si no la rescatábamos y la cuidábamos (...) Al verla crecer y convertirse en alguien fuerte nos dio tanta felicidad que me di cuenta que tenía un verdadero amor para cuidar niños. Me di cuenta de que si teníamos la fuerza suficiente como para recolectar basura cómo no podríamos reciclar algo tan importante como la vida humana”, comentó la anciana a la prensa de su país.
De todos los menores hallados, Lou se quedó con cuatro para criarlos junto a su única hija biológica, Zhang Caiying (49). El resto de los lactantes se los entregó a familiares y amigos de ella para que los cuidaran.
El más joven de todos, y el último que decidió convertir en su hijo, es Zhang Qiling, quien hoy tiene 7 años de edad.
A pesar de que la mujer ya tenía 82 años, y su Li Zin había fallecido diez años atrás, fue incapaz de dejarlo en el tacho de basura en el que lo encontró. “A pesar de que ya estaba vieja, no podía ignorar a la guagua y dejarla morir en la basura. Se veía tan dulce y necesitado. Tuve que llevármelo”, comentó, según la prensa británica.
“Lo llevé a mi casa, que es un hogar muy pequeño y modesto en el campo, y cuidé de su salud. Ahora es un próspero niño, feliz y saludable (...) Todos mis hijos mayores cuidan a Zhang Qiling. Él es muy especial para todos nosotros”, agregó.
A pesar de su pobreza, Lou siempre ha hecho todo lo que esté a su alcance para darle a sus hijos lo que necesitan, como lo indica una de ellos, Zhang Juju (33). La mujer explicó al sitio chino 19lou.com que vio cómo muchas veces, la anciana fue capaz de salir tres y hasta cuatro veces a la calle a buscar basura para reciclar, aunque su salud le hiciera difícil la tarea. Para esta madre, lo importante era tener sanos a los suyos.
“Ella avergüenza a los gobiernos, escuelas y gente que están ahí y no hace nada. No tiene dinero ni poder, pero salva a los niños de la muerte o de algo peor”, comentó una de sus seguidoras, según Daily Mail. “En la comunidad local ella es conocida y muy respetada por su trabajo con los niños abandonados. Ella hace lo que puede. Es un héroe local. Pero, lamentablemente, todavía hay demasiadas guaguas abandonadas en China que no tienen la esperanza de sobrevivir”, concluyó.
Por su parte, con una débil voz, Lou dejó claro que aunque la fuerza la abandone, su mente sigue con sus hijos. “No me quedan muchos días (pero) lo que más quiero ver es a Qiling ir al colegio”, comentó, según la agencia china de noticias Xinhua.
Para su tranquilidad, ya hay un colegio local que ofreció aceptar al pequeño en sus salas de clases.