“Si un hombre te hace sentir tan mal contigo misma que llegas a experimentar cambios emocionales, físicos o personales, miedo, dudas, culpa o vergüenza, eso significa que estás expuesta a los efectos de un hombre tóxico”, escribe la especialista en comunicación y asesora de imagen norteamericana, Lillian Glass en su libro “Hombres Tóxicos” (Paidós).
Es fuerte y suena terrible, pero existen mujeres que se involucran en relaciones que les traen sufrimiento y desazón. Es como si el amor, fuera vivido desde la amargura, la pena y como una batalla que hay que ganar con una pareja que te quiere, pero te aporrea y maltrata.
Su interesante análisis indica que el perfil de las mujeres que sucumben a sus “encantos” puede ser cualquiera aunque destaca que están más expuestas las que tienen personalidades maternales y protectoras, o aquellas que ejercen profesiones que se centran en ayudar a otros, como enfermeras, profesionales de la salud, trabajadoras sociales o psicólogas.
Y ¿qué es un hombre tóxico? La autora los define como personas que hacen que una mujer se sienta mal consigo misma, que se sienta menos de lo que es, que no la apoya y que le complica la vida. En otras palabras son quienes provocan emociones negativas, se portan mal con uno, no tratan bien y afectan el comportamiento y autoestima de quien los ama.
Pero, además, no son solo parejas sino que un hombre tóxico puede ser un familiar, un amigo, un compañero de trabajo, un colega y hasta un jefe.
Qué se siente
Para Lillian Glass el objetivo de esta publicación, que sigue a sus exitosos libros “Relaciones tóxicas” y “Sé lo que estás pensando”, ambos de Paidós, es entregar un “salvavidas” que refuerce el poder interior de cada mujer, deje de ser víctima y logre poner punto final a su desdicha.
Sin embargo, como la autoestima de las mujeres está por el suelo y cuesta sacarse la venda de los ojos, propone una serie de cuestionarios para que la verdad salga a flote.
¿Quieres probar? Responde con un sí o un no, a las siguientes preguntas: ¿Me pongo triste al pensar en él? ¿Me hace sentir culpable? ¿Pierdo el buen humor cuando está a mi alrededor? ¿Te dice cosas mezquinas o crueles y después añade: “era broma”? ¿Tiene problemas financieros y te pide dinero con frecuencia? ¿Habla siempre de sí mismo y no presta mucha atención a tus cosas? ¿Habla mal de su ex o de otras mujeres de su vida? ¿Tiene algún asunto sin resolver con su madre o con alguna otra pariente femenina? ¿Tienes que hacerlo todo siempre a su manera? ¿Tienes miedo de decir lo que realmente piensas o sientes cuando estás con él? ¿Te sientes tonta porque te has dejado manipular o engañar? ¿Te muestras cada vez más reservada con la gente? ¿Te sientes insegura contigo misma?
Uff… si algunas fueron contestas con una afirmación. ¡Alerta! No hay duda, el hombre tóxico está en tu vida.
Los once tóxicos
En capítulos posteriores la norteamericana estimula a las lectoras a revisar el pasado y detectar la alergia a ciertos tipos de hombres dando muchos adjetivos que los caracterizan. También muestra las diez razones porque una mujer es imán para estos “galanes” y cómo detectarlos por Internet, leer sus señales y las combinaciones letales de personalidades tóxicas en una pareja.
Secciones aparte constituyen la explicación que propone para tratar a un hombre tóxico y cómo recuperarse de su ingrata experiencia, donde enfatiza que en el mundo hay hombres que no son tóxicos.
Pero lo primordial de “Hombres Tóxicos” es que entrega once tipos de hombres tóxicos, cuya información surgió tras un estudio informal que Lillian Glass diseñó, donde le pidió a más de mil mujeres de edades entre 18 y 80 años que escribieran una lista de calificativos que describieran a un hombre perjudicial.
El resultado es esta tipología de cabecera, que describe con detalles sus perfiles. Acá va un resumen.
1. El competidor celoso. Este tipo de hombres siempre intenta quedar por encima de las mujeres poniendo en tela de juicio prácticamente todo lo que dicen. Provoca discusiones continuas en un intento de hacerse con el control y demostrar su superioridad.
2. El volcán pasivo-agresivo engañosamente tranquilo, pero a punto de entrar en una erupción mortal. Este tipo de hombre se lo guarda todo dentro, nunca dice lo que realmente siente. Si está triste o enfadado tú nunca lo sabrás, pero él, mientras tanto llevará un exhaustivo registro mental de todo. Cuando ese registro se llena y ya no puede más explota en un torrente de ira que puede haber sido provocado por algo insignificante.
3. El sabeloto arrogante y presuntuoso. Está seguro de que él tiene todas las respuestas. Siente que es más listo que los demás, que sus opiniones son únicas que valen y que sus convicciones morales son las que debería adoptar todo el mundo.
4. El mentiroso seductor, manipulador e infiel. Este tipo de hombre es siempre muy halagador y cortés. Aunque en un principio no confíes en lo que dice, suele ser tan convincente que al final acabas creyéndole. Se dedica a alimentar tu ego constantemente, así que lo querrás cerca de ti.
5. El obseso del control, furioso y déspota. Este tipo de hombre se dedica a controlarte diciéndote que tienes que hacer y cómo debes hacerlo. Lo hará intimidándote con su enfado y su furia. Si no haces lo que él quiere, se enfadará y se mostrará más agresivo. Es el más tóxico de todos.
6. El metomentodo cizañero y traidor. Es de los que se mete en tus cosas todo el tiempo como si fueran asunto suyo e intentan manipular la situación y a ti para poder aprovecharse o conseguir que hagas las cosas a su manera.
7. El víctima autodestructivo que lo ve todo negro. Este tipo de hombre ve el mundo y la vida como un vaso medio vacío y no medio lleno. Como siempre está viendo la parte negativa y esperando lo peor, la negatividad le sale por todos los poros. Si por alguna casualidad las cosas le van bien, hará todo lo posible para sabotear sus circunstancias. Se ve a sí mismo como una víctima indefensa que ni puede hacer nada para cambiar su situación.
8. El espantapájaros débil y sin iniciativa. No es capaz de tomar una decisión sobre nada y normalmente se ve arrastrado por la opinión de la gente. Vive con miedo y nunca creará ningún conflicto ni se reivindicará a sí mismo ni a ningún otro.
9. El narcisista egocéntrico cuyo lema es: yo, mi, a mí, conmigo y para mí. Su única preocupación es él mismo. Él es el centro del universo y espera que tú le consideres precisamente eso. Lo único que le importa de ti es lo que le afecte o tenga algo que ver con él. Si no estás dispuesta a hacer cualquier cosa por él, no le serás de ninguna utilidad.
10. El congelador emocional. Es frío y no muestra ninguna emoción. Deja de ver muy poco de si mismo y es un hombre de pocas palabras, así que nunca sabes lo que piensa o lo que realmente siente.
11. El sociopsicópata. Es el tipo más tóxico y peligroso y te pueden causar un gran daño. Para detectarlos y huir entrega 20 rasgos a considerar, entre los que destaca locuacidad y encanto superficial, sensación exageradamente alta de autovalía, necesidad de estimulación, mentira patológica, varias relaciones maritales, estilo de vida parásito, irresponsabilidad, mentira patológica, impulsividad, falta de metas realistas a largo plazo y escasa profundidad de los afectos con respuesta emocional superficial, entre otros. “En estos casos no puedes arriesgarte pensando que quieres intentar cambiarle. Son personas muy trastornadas que pueden causarte un gran daño o incluso amanerar tu vida”, orienta