Cabello: Divide tu cabello a la mitad y hazte dos trenzas intercalando un listón colorido, o un pañuelo, si quieres más volumen. Atalas en un moño y esconde el borde del listón o el pañuelo insertando flores de gran tamaño sobre el moño.
Maquillaje: Kahlo exageraba mucho sus cejas unidas en sus conmovedores autorretratos, pero si quieres lograr algo parecido sólo deja de depilarte las cejas o usa lápiz café para repoblarlas, tanto como gustes. Complementa con un poco de lápiz labial rojo, rubor rosa y sombras muy ligeras en los ojos.
Vestido: Si no puedes encontrar un huipil (una blusa holgada, bordada a mano por indígenas mexicanos), puedes intentar con una blusa corta y holgada con estampado de flores, preferentemente bordada. Puede estar hecha de terciopelo, seda o incluso algodón. No debes tratar de que combine con tu falda larga, otro de los distintivos de Kahlo, se supone que no deben hacer juego.
La falda puede ser más discreta, de un solo color, o con un restampado sencillo; a Kahlo le gustaba concentrar la atención en la parte alta del cuerpo para ocultar su pierna derecha. Para completar puedes usar un rebozo, un pañuelo, una capa creativa, o un chaleco de hombre.
Joyería: A Kahlo le encantaban los diseños indígenas para collares y los anillos muy grandes para casi cada uno de sus dedos. Sus aretes solían ser dorados y grandes, pero también le gustaba la plata. Puedes usar collares antiguos largos que le pueden dar dos vueltas al cuello, o más.
En YouTube hay un video que te explica, en inglés, cómo hacer tus propios aretes de manos, como los que le regaló Pablo Picasso a Kahlo, usando manos de muñecas Barbie.
Zapatos: Puedes usar mocasines brillantes, o botas con una plataforma mediana. Entre más detalles tengan en el frente mejor y en vez de agujetas usa listones negros para atarlos con un moño.