Después de conocer las cosas que a
ellos les cargan de nosotras, esta es una especie de “venganza”, porque es cierto las mujeres somos más exigentes y opinamos de todo. Eso siempre ha sido así, guste o no. Lo que pasa es que antes el perfil estaba más bajo. Ahora no hay quien nos pare y queremos que el hombre que nos acompañe esté a la altura.
Porque por mucho esfuerzo que hagamos por no querer sus mamis, el mal gusto de algunos viriles para vestirse y comportarse nos saca ronchas, risas y como que no quiere la cosa, vamos e introducimos cambios en ese look anticuado y desprolijo del “macho recio”.
Ja! Aparte del sarcasmo, la psicóloga Fernanda Orrego de Vidaintegra teoriza diciendo que, producto que en la actualidad los roles de hombres y mujeres son más horizontales, donde el musculoso, descuidado y sudado no sea para nada atractivo para la mujer de hoy. La razón: ambos hemos crecido y los requerimientos van más allá de querer a un sexy bombón.
“A las mujeres nos interesa un hombre que fluctúe entre el llamado metro sexual en su extremo y un adefesio; o sea, uno se preocupe sin exagerar por su apariencia personal, pero que además sea respetuoso y que transe con sus gustos y pasatiempos al estar en pareja”, confirma.
Es decir, el hombre cavernicola quedo atrás. La educación, sus valores, la facha y la imagen que proyectan sí importan y mucho.
“Con los trabajos de hoy ya no tienen excusas para andar con las uñas sucias, pero tampoco para dejar la toalla ni su ropa sucia en el suelo, porque eso es ser poco considerado con el otro más que sea bonito o feo. Somos iguales y ya nadie está para sus mandados”, argumenta.
En ese sentido, la psicóloga explica que el comportamiento y la apariencia física escapan a ser valorados por ser bonito o feo, y que por este motivo, ellos comenzaron a preocuparse de su forma de ser, actuar y lucir, donde el gran logro serían que aprendieron a negociar entre su practicidad y simplicidad con lo emocional y la atención a los detalles que caracteriza el aspecto femenino.
De todas maneras, su interés por lo práctico a veces les hace zancadillas y por no querer preocuparse en exceso por cómo se ven, algunos parecen mamarachos andantes.
Es que de verdad, el hombre perfecto no existe, aún cuando él se crea que lo es y fanfarronee con sus atributos.
Los diez erroresPara comprombar que el príncipe azul es una fantasía,
Sergio Arias, diseñador y asesor de imagen comenta sus principales desaciertos estéticos y la psicóloga Fernanda Orrego sus comportamientos poco adecuados, los que en suma son las 10 cosas que más nos molestan de ellos.
1. Chalas con calcetines: Es espantoso aunque es peor cuando usan short con calcetines con zapatos. Las chalas se usan sin calcetines lo contrario es imposible.
2. Calzoncillos gastados: Cero posibilidades. Es una parte importante del look si lo descuidan y los llevan rotos se ven muy poco sexy. Los boxer se usan un año a un año y medio, no más. Se tienen que renovar en colores y diseños.
3. Uñas descuidadas: Las mujeres se fijan demasiado en las manos de un hombre y no asearlas es un error garrafal. Hoy se pueden hacer la manicure sin problema. Las manos de un hombre dicen como es.
4. Entrecejo frondoso: Como cualquier otro vello de la cara, las cejas, los pelos de la nariz y orejas crecen en forma prodigiosa a medida que los años pasan. Son horrible, dice Arias. Hay que depilarlas, córtalo, porque no tienen porque andar con ese aspecto sucio.
5. Camisetas musculosas: Hay que tener un muy buen físico para usarlas. Se pueden llegar a ver sexy, pero todo depende de la ocasión. Si las usan para salir está fuera de cualquier canon.
6. Pantalones caídos: Es una tendencia muy juvenil. Te puede gustar o no, pero es una tendencia mundial que se usa. Pero, la ropa identifica a la gente que la usa. Y sólo se ve sexy en los jóvenes que usan jeans anchos con boxer estilosos.
7. Acomodarse "las partes" en público: Es feo, poco caballeroso, desubicado. Ahora, se puede entender el acomodo y la sanción dependerá de lo sutil o grotesco del gesto. De todas maneras, es socialmente permitido más que una mujer se rasque sus propias “partes”. Cualquier sea el caso, por educación es una conducta fuera de toda norma.
8. Escasa memoria: No es algo que sea exclusivo de los hombres pero ellos por el rol tan canchero, protector y de cuidado que asumen en la pareja, ahora se les pide que usen su inteligencia para que se cultiven, compartan desde su emocionalidad y recuerden los eventos y fechas importantes.
9. Los pelos en la tina, la tapa levantada: Este gesto de ser poco preocupado y respetuoso de los intereses del otro es más viejo que el hilo negro. Lo mejor es hacer notar la falta y llegar a un acuerdo. “Si te gusta la tapa levantada, saca la basura. La idea es transar y negociar”.
10. Cegados por el fútbol. “Por culpa de una pelota perdí a mi marido”, es la frase más escuchada de las mujeres que ven lo terrible en todo. Más que una catástrofe es una oportunidad para que esa misma dedicación sea para los momentos que involucran a la familia o la pareja. Total, el fútbol es para ellos sinónimo de entretención segura. Nada que hacer, solo aceptar y ampliar la perspectiva e invitarlo a probar con otras cosas que sean compartidas. Total, este aspecto no es tan grave.