LONDRES. - Las mamás podrán regresar a su trabajo dos semanas después de haber dado a luz y pasar la tarea del cuidado del bebé al padre, tras una reforma del sistema laboral de Gran Bretaña dada a conocer hoy por el vice primer ministro británico, Nick Clegg.
Como parte de los cambios, todos los empleados del país tendrán el derecho de exigirle a sus jefes por mayor flexibilidad horaria, con el fin de incentivar distintos patrones laborales para los padres y ayudar a más madres a regresar al trabajo.
Clegg indicó que permitir a los padres y amigos de padres que trabajan alterar sus patrones de trabajo, ayudará a la economía del país.
El gobierno estima que cerca de un millón de mujeres en Gran Bretaña quedan excluidas del trabajo debido a problemas a la hora de encontrar un equilibrio entre el empleo y el cuidado de sus hijos pequeños.
Los planes para permitir a los empleados pedir mayor flexibilidad de horarios son una extensión de los derechos introducidos en 2009 para padres de hijos menores de 16 años.
La medida también permitirá a los abuelos pedir mayor flexibilidad de horarios en el trabajo para ayudar en la crianza de sus nietos.
Como parte de la reforma laboral, cualquier madre podrá decidir acortar su licencia por maternidad y traspasar las tareas de cuidado del bebé a su esposo.