1.- Sé consciente del precio que pagarás para que tu matrimonio sea perfecto. Toma en cuenta que si la ceremonia y la fiesta es demasiado pomposa, puede que quede oculto el real motivo por el que tienes a tus familiares y amigos reunidos: tu boda. Conversa y llega a acuerdos con tu futuro marido, para quien es un día igualmente especial, cuando los dos tengan distintas ideas de lo que quieren para esa jornada.
2.- No es sano que te pongas a competir con tus amigos, para tener un matrimonio mejor que el de ellos. Esta “rivalidad”, puede provocar problemas con el novio.
3.- “Un novio que recibe órdenes de su madre o confía en ella por sobre ti, puede delatar un problema a futuro". Si esto no ha cambiado, pese a tener planificado casarse, es importante hablar al respecto y que él deposite su lealtad en su futura esposa, explica Shapiro.
4.- Si tienes algún problema con la hermana o mamá de tu novio, lo más recomendable es que guardes tu antipatía por el bien de tu matrimonio y de su prometido. No ser cordial con ellas, terminará perjudicándote a ti.
5.- La escritora recomienda, antes de casarse, que la pareja converse con un guía espiritual –cura, pastor, rabino, etc.- o un asistente social sobre la relación que se tiene y las expectativas del matrimonio. Así se tocarán temas que tal vez no han salido aún en la conversación de los novios, pero que pueden ser trascendentes en la vida marital.
Si no quieren involucrar a un tercero en esto, ambos deben entablar una conversación seria sobre los hijos que esperan tener, la educación y religión que primará en la familia, la economía del hogar y el estilo de vida que esperan tener juntos.
6.- “La comunicación es la clave”, dice Shapiro. La experta asegura que ser honesta y abierta con la pareja, augura un matrimonio exitoso.
7.- En medio de los preparativos para el matrimonio, reserva tiempo para pasar con el novio, para no dejar de lado la relación. Date el ánimo, aunque estés cansada, de ir al cine, a cenar o para escaparte un fin de semana solo con él.
Asimismo, preocúpate de dejar en claro que aunque tengas la cabeza con mil cosas, siempre estarás ahí cuando te necesite o necesite un oído para hablar del problema que sea.
8.- El romance y la sexualidad de la pareja no se mantienen por arte de magia después del matrimonio. La rutina familiar puede matarlos. Así que es preciso poner mucha energía y atención a esos grandes detalles.