Para quienes tienen niños no es extraño encontrar en las habitaciones de sus hijos, listas de diversos tipos: de regalos, de sus mejores amigos, de sus animales preferidos, de los artistas a quienes admiran y un largo etcétera. Pero hallar una lista con los alimentos que deben comer y un detallado plan de ejercicios para bajar de peso, es algo que sin duda sorprendería a la mayoría de los padres, en especial si quien la escribe es una niña de tan sólo siete años.
Es lo que le ocurrió a Amy Cheney, una madre australiana que la semana pasada hizo público su caso en el sitio
Mamamia -en el que se discuten temas de variados ámbitos- suplicando por consejos. El posteo se titula "Ayuda: Mi hija tiene siete años. Y encontré esto en su habitación".
Lo que Amy halló fue una hoja de color rosado y con flores, en la que con grandes letras -y las obvias faltas de ortografía de una niña de siete años- estaba escrito "Dieta". A esto seguía el siguiente listado:
- 17 push-up (tiburones) dos veces al día
- 16 star jumps (saltar con brazos y piernas abiertas) 2 veces al día
- 2 yogurt
- 3 manzanas
- 1 pera
- 2 kiwis
- 5 vasos de agua
- Andar en bicicleta tres veces al día
- Trotar o correr tres veces al día
"(El papel) estaba inocentemente ubicado en el suelo entre las Polly Pocket, los brazaletes de amistad y una variedad de cosas que a las niñas de siete años les gusta guardar", relató la mujer.
Y aunque según se leía se trataba del proyecto que tenía su hija para bajar de peso, al parecer ella ya lo había comenzado a implementar, puesto que varios de los ítems tenían una marca a su lado como indicando que la tarea ya había sido cumplida.
"Dieta. Jesús. ¿Dónde aprendió la palabra dieta? ¿Cómo puede ella saber los que es una maldita dieta?", planteó Amy sin esconder la rabia que sentía por la situación. Asimismo, intentó buscar a los culpables detrás de la conducta de su hija. "(La culpa) es mía porque la dejo jugar con Barbies? ¿Por qué a veces tiene autorización para ver 'Total Drama Action' (programa que en Chile se conoce como 'Isla del Drama' y que es una especie de reality show de dibujos animados)? ¿Es porque cuando dibujo con ella lo único que puedo dibujar son figuras de palitos?", escribió.
"Me sentí enferma. Físicamente enferma. Como si alguien me hubiera sacado el aire del pecho", confesó Amy en su post.
La madre australiana contó que en su hogar el peso nunca ha sido "tema" y que incluso es un asunto la mayoría de las veces irrelevante. Agregó que su familia se centra y promueve la alimentación y el cuerpo saludable, y que sus conductas son razonables y balanceadas.
"Nunca me he parado delante de mi marido para preguntarle: '¿Mi trasero se ve grande con esto?'. Nunca", aseguró.
La verdad detrás de la dietaAmy no quiso quedarse con todas estas dudas, por lo que cuando su hija regresó del colegio, habló con ella respecto a la nota que había encontrado en su habitación. La niña le reveló entonces que había aprendido sobre las dietas hablando con una de sus amigas, también de siete años, que estaba realizando una.
Así, madre e hija se sentaron a conversar sobre dietas, lo bellos que son los cuerpos saludables y el regalo que éstos significan.
"No soy ingenua. Sé que ésta no será la última vez que converse sobre comida y peso y cuerpos con mi hija. Sólo estoy extremadamente molesta de haber tenido que empezar cuando ella tuviera siete (años)", sostuvo la mujer.
Y aunque la niña reconoció haber imitado la conducta de una amiga, Amy igual aprovechó el espacio para descargar su enojo contra la sociedad y su "estúpida obsesión con las mujeres y la forma en que se ven".
"¿Cómo se atreven a meterse en mi hogar con sus estándares ridículos y embutirlos en la cabeza de mi pequeña niña, contaminando su inocencia con sus ideales patéticos?", manifestó la madre. Y agregó: "Sus expectativas poco realistas no ganarán en mi casa".
La mujer sostuvo que está cansada del mundo obsesionado con la belleza y el cuerpo en que vivimos; y que las mujeres sean retratadas como objetos para ser admirados o rechazados, dependiendo de sí están o no a la altura de los estándares idealistas de las sociedades. "Estoy cansada de las actitudes conformistas", finalizó.