Se dice que Cleopatra ocupaba la arcilla del río Nilo para elaborar una mezcla que luego aplicaba en su rostro para limpiar la piel. También que combinaba miel con leche tibia y aceite de almendras, hasta obtener una pasta que se untaba para prevenir las arrugas.
Sea cierto o no lo que se dice de la reina del Antiguo Egipto, lo claro es que desde hace muchísimo tiempo las mascarillas de belleza son utilizadas por mujeres de todas las culturas para mejorar el aspecto de su piel. Claro, porque según los ingredientes que se combinen, se pueden obtener mezclas que hidratan, nutren y equilibran, entre otros beneficios.
Según explica Deisy Morales, cosmetóloga del centro de estética
"Pretty Woman", las mascarillas son un tratamiento "shock" que actúan como complemento a otros productos. Es decir, además de utilizar todos los días cremas con objetivos específicos, las mujeres -y, por qué no, también los hombres- pueden aplicárselas con cierta periodicidad para proveer mayor hidratación, nutrición o equilibrio a su piel.
Eso sí, es importante saber que no todas las personas pueden utilizar las mascarillas de belleza. "Hay ciertas condiciones (de la piel) que impiden su uso: quienes tienen los vasos capilares muy afuera o telagestacia, sufren de rosácea, psoriasis, etc.", señala la especialista.
Asimismo, hay que tener claro que no es llegar y aplicárselas sobre la piel, sino que para que las mascarillas sean realmente efectivas, es necesario cumplir con ciertos pasos.
"Primero, el rostro tiene que estar limpio. Se toma una crema de limpieza, se aplican cinco puntos en el rostro, cuello y escote, y se va limpiando en forma circular desde el cuello hacia arriba, terminando en la frente. Después se tonifica con un algodón embebido en loción tónica o manzanilla, la cual es calmante y refrescante", explica Deisy Morales.
Luego, es necesario exfoliar la piel sobre la que se aplicará el tratamiento. Aunque se puede recurrir a los productos que con ese objetivo se venden en el mercado, la cosmetóloga recomienda recurrir a un exfoliante natural. "Se mezcla una cucharada de azúcar con unas gotitas de limón, se hace una pasta homogénea y se unta sobre el rostro, de forma suave y con movimientos circulares. Después se retira con agua fría o tibia", explica.
El tercer paso es aplicar la mascarilla propiamente tal. Para esto se puede utilizar un pincel (incluso sirven los de arte) o una brocha pequeña, herramientas con las que se va esparciendo la mezcla sobre la piel, a excepción de la zona de los ojos y la boca. "Debe dejarse puesta de 15 a 20 minutos", puntualiza la especialista, para posteriormente retirarla con esponjas faciales empapadas en agua fría o tibia, que se pasan por todo el rostro siempre en forma ascendente.
Para finalizar el tratamiento, se debe aplicar la crema que habitualmente utiliza la persona y, en caso de salir al aire libre, pantalla solar. Deisy Morales señala que no hay ningún problema en que la mujer se maquille tras usar una mascarilla de belleza.
Todo lo anterior se puede realizar con especialistas en un centro de estética. Sin embargo, y considerando que lo ideal es aplicarse una mascarilla cada 10 o 15 días, también es posible hacerlo en forma casera. Por esto, a continuación te entregamos algunas sencillas recetas para preparar mascarillas que te pueden servir:
- De yogurt, pepino y miel: ideal para hidratar las pieles secas. En una licuadora debes triturar medio pepino, y luego mezclarlo con un yogurt natural y una cucharada de miel. Debe quedar una mezcla cremosa y espesa.
- De tomate: indicada para las pieles grasas. Debes rebanar un tomate y aplicar las rodajas en tu rostro, dejándolas actuar por unos 15 minutos. “El tomate es antioxidante, anti radicales libres (…), y su jugo hidrata la piel grasa y la equilibra”, explica Deisy Morales.
- De miel, harina, aceite de oliva y huevo: especial para nutrir. Debes mezclar una cucharadita de cada uno de los ingredientes y agregar una yema del huevo. Usa la pasta para cubrir todo el rostro y el cuello.
- De palta y plátano: sirve tanto para hidratar como para nutrir. Para elaborarla debes mezclar media palta y medio plátano grande (o uno mediano), formando una pasta homogénea que no tenga grumos. Si queda muy espesa, agrégale unas gotas de aceite de oliva.
- De avena y yogurt: es equilibrante y muy sencilla de hacer: se mezcla una cucharada de avena y una de yogurt, y la pasta resultante se aplica en todo el rostro.
- De zanahoria: renueva el colágeno. Puedes usar tanto la pulpa como el jugo de la zanahoria y aplicarlo con un pincel sobre el rostro. "Como (la zanahoria) tiene betacaroteno, esta mascarilla también ayuda para lograr un bronceado maravilloso", asegura Deisy Morales.