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Carolina Escobar: Ex rostro de CNN dejó todo por su proyecto de familia

La periodista, hoy lectora de noticias en TVN, regresó sin culpas a darle a sus hijos la oportunidad de vivir en familia. Cree que el canal estará sumamente tensionado en año de elecciones y por eso siente mucha responsabilidad en su nuevo rol.

20 de Marzo de 2013 | 08:07 | Por María José Errázuriz L.
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Foto Albertina Martínez
El terremoto de 2010 marcó el punto de quiebre y la necesidad de regresar a Chile se hizo imperiosa. El hecho de que saliera de pantalla en CNN en Español hace dos años sólo la impulsó a buscar la posibilidad de retornar.

Si bien nació en Santiago, vivió casi 20 años en Concepción –ahí estudió periodismo- y ver la ciudad destruida e informar intensamente sobre lo que ocurría en el programa de Larry King, provocó el inevitable deseo de querer estar al lado de la familia.

Carolina Escobar (37), rostro de la cadena norteamericana en Atlanta por más de 10 años, está desde el lunes leyendo las noticias del mediodía en TVN y, en medio de los trámites de búsqueda de un colegio para sus tres hijos ( de 9 a 4 años), confiesa que aún nada de nuestra idiosincrasia le hace ruido todavía.

Casada con un periodista argentino, la opción de partir a Buenos Aires se hizo inviable considerando las condiciones económicas del país trasandino e instalarse en Santiago fluyó tanto como su aparición en pantalla.

“Siempre he sido una fiel amante de mi país. Mi experiencia afuera fue maravillosa, pero siempre estaba la pena de no estar en Chile. Construí familia, carrera, casa, feliz fuera, pero la cobertura del terremoto y la angustia de no poder estar físicamente acá me llevó a pasarlo muy mal”, explica.

A las tres horas de haber ocurrido el sismo, CNN Internacional la tenía en pantalla tratando de explicar a los americanos qué eran las imágenes que se recibían, o por qué se daban los saqueos. “En el momento no hubo posibilidad de volver, pero en los tres años que siguieron se dio un período de cambio muy fuerte”, dice.

-¿Cómo?
“Se fueron cumpliendo plazos. Como familia teníamos claro que en algún minuto nos íbamos a mover; si era posible queríamos que nuestros hijos no crecieran en EE.UU.. Veníamos a Chile y Argentina y percibíamos que los niños crecen con otras herramientas que también son importantes como los afectos. El click que hice me planteó hacer periodismo de servicio en Chile, en algún momento de mi vida y se puso en la lista de las cosas para hacer”.

Carolina tuvo dos importantes programas en CNN en Español –“Adelantos” y “En familia”- y cuando éste terminó en 2010 decidió dedicarle más tiempo a sus hijos y estudiar, además de participar en algunos proyectos tras cámara como independiente.

En noviembre tuvo la posibilidad de estar casi dos meses en Santiago por trabajo de su marido y sólo tras regresar a Atlanta en enero se abrió la posibilidad de aterrizar en el canal 24Horas. A muy baja voz devela, de paso, que se puso a escribir y tiene adelantado un proyecto de cuentos para niños.

-¿Saliste de pantalla porque querías dedicarte a tus hijos o porque sentías que habías tocado techo?
“De verdad fue porque sentí que necesitaba urgente estar en mi casa, con mis hijos. Mi hija menor tenía dos años y aunque tenía la suerte de tener una jornada flexible me sentía un pulpo, tapando agujeros por todos lados. Mi marido tuvo en período de viajes intenso y se hacía difícil, y en un minuto dije ‘me encanta mi trabajo y en otro momento tendré la oportunidad de retomarlo, pero el tiempo con mis hijos no va a volver’. Además no tenía tías, ni abuelas, hermanas que me ayudaran como lo hacen ahora, lo que me tiene feliz (la cara se le ilumina)”.

-¿No estuvo en tus planes saltar a CNN Internacional?
“Sí lo pensé y estaba en conversaciones cuando salió esta oportunidad. También estaba conversando con otro canal y al darse mágicamente esto, no lo dudé. Si lo hubiera planeado no se habría dado”.

-Hiciste programas de servicio en EE.UU., ¿es muy brusco el cambio de venir a leer noticias?
“Es un cambio importante sobre todo de estilo, fuerte, pero enriquece”. Sabe que para muchos periodistas leer noticias es la cima de su carrera, pero afirma que como es muy intensa, toma los desafíos de a uno. “La vida es a concho y no sé vivirla de otra forma”, asegura.

-Si la vives a concho, la planificas. ¿Tu meta es el noticiero central?
(Salta de la silla y se ríe) “No, no, no planifico eso. Creo que con mi profesión es muy difícil saber dónde vas a estar en 10 años. Si me hubieses preguntado hace 15 que iba a estar en CNN te habría dicho ‘no creo’”.

-Tras tu experiencia, ¿percibes diferencias en cómo se ejerce el periodismo en ambos países?
“Hay una relación que me vincula más con el periodismo en Chile. Te enriquece mucho estar afuera, te abre los ojos por estar al fin del mundo y a algunos puede ser una limitante. De hecho siempre quise vivir un tiempo fuera, pero estoy hace una semana y media al aire y estoy feliz poder decir en pantalla ‘a nosotros’”.

-El periodismo americano es mucho más opinante.
“Lo es, pero creo en mantenerme súper objetiva y eso he hecho todos estos años. No estamos en periodismo para decir qué hay que hacer ni cómo hacerlo, sino que para mostrar diferentes realidades. Si me parece o no es irrelevante para la gente, porque yo no soy un modelo a seguir. Cuando tuve que salir en cámara a explicar los saqueos por el terremoto siempre expuse la información, pero no tenía por qué dar a conocer una opinión personal”.

-Llegas justo en un año electoral, ¿tienes alguna expectativa de hacer un programa político?
“No, quiero tratar de hacer mi pega lo mejor posible porque no es un año fácil. Es un año de muchísima responsabilidad, los dardos van a caer con fuerza, porque por ser un canal público se cuestionará qué es lo que se hace y qué no, qué se dijo y qué no. Estoy feliz en este equipo de prensa donde se trata de ser equitativo lo más posible y mostrar todas las caras que tenga una moneda”.

-En Chile ha explosionado el periodismo de farándula, ¿te hace ruido? ¿Lo viviste así en EE.UU.?
“Creo que es una tendencia que se da en todas partes. Importa mucho qué hace el otro y la verdad es que me hace ruido. Me da la impresión de un vacío social y de que nos tenemos que dedicar a otras cosas. Hay tantas cosas en las que ocupar nuestro tiempo y no preocuparnos con quien salió o no tal personaje”.

-Elementos de la cultura americana deben haberte impregnado. ¿Hay cosas que te chocan de los chilenos? Allá cumplen, por ejemplo, más que acá en varios aspectos.
“Ehhhh, probablemente en un par de meses esa pregunta te la voy a poder contestar; todavía me estoy empapando de mi familia, de mis amigos, de mis colegas. Por el momento estoy viviendo el ‘que rico que volviste’. Estoy muy agradecida, uno da un montón de cosas por hecho, y cuando se vive afuera y no se tienen, se ve que hacen falta. Estar aquí de nuevo me tiene con el corazón XL, está contento”.
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