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Donación por agradecimiento: Profesora devuelve la mano

Cuando su hijo era una guagua, se salvó de morir gracias a las plaquetas de un donante anónimo. Hoy está feliz de poder ayudar a una de sus alumnas, de tan solo 8 años, que necesita un riñón.

22 de Marzo de 2013 | 16:08 | Emol
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“(No soy especial) Soy solo una esposa, una mamá, y una profesora”, aseguró Wendy Killian (39) como parte de una serie de entrevistas que ha dado a diversos medios que quisieron difundir su historia: la de una profesora de kínder que le donará dentro del próximo mes un riñón a una de sus alumnas.

Por otro lado, como parte de sus declaraciones, Nicole Miller, de solo 8 años, aunque se ve cansada y débil, no puede dejar de mostrar su alegría al imaginar la nueva vida que se le viene por delante, gracias a su profesora, pudiendo comer en adelante cosas que tenía prohibidas, como tacos y helados. Y pudiendo llevar una vida, relativamente más normal y parecida a la de sus 3 hermanos. Mientras, Brian, su papá, explica en todos lados que no puede creer que alguien que no sea de su familia haga tal sacrificio por su hija. "Las palabras no pueden expresar lo agradecidos que estamos de Wendy”, escribió en su blog.

La familia de Nicole siempre supo que en algún minuto, un trasplante de riñón sería inevitable, si la querían mantener con vida. Apenas nació, se le diagnosticó el síndrome branquio-oto-renal (BOR), un trastorno genético que afecta oídos y riñones y, para peor, la pequeña había nacido solo con uno de éstos últimos.

A lo largo de su vida, su salud fue empeorando hasta que en febrero de 2011 los médicos les informaron a los Miller que se debían encontrar donantes lo antes posible. Tras ver que Brian no podía darle su riñón a su hija, por tener la presión arterial muy alta, y quedar Letitia, la madre, también descartada por tener el mismo síndrome que Nicole, se comenzó una campaña por encontrar alguien compatible con la menor.

“Le escribí a casi todas las personas de mi lista de contactos y comencé un blog”, explicó Brian al diario Mansfield News. De hecho, tuvo tal acogida, que dieciocho personas se ofrecieron como voluntarios para ser donantes, pero lamentablemente, no eran compatibles con Nicole. Para entonces, y a la espera de un milagro, a su familia solo le quedaba pedir oraciones en internet para su hija, cuyo deterioro ya era más visible a medida que pasaban los días. Tanto, que ya había faltado más de dos semanas a clases.

“Sus últimos exámenes clínicos muestran (…) que su presión sanguínea es extremadamente alta para alguien de 8 años, a pesar de que su medicina se ha aumentado hasta los niveles máximos permitidos. Ella sigue luchando en su colegio, porque concentrarse se le hace muy difícil”, escribió Brian.
Pero para la primavera boreal pasada, llegó el donante que tanto esperaban, cuando Wendy -quien había sido el año anterior la profesora de kínder de Nicole en Ohio- se acercó a la familia durante una reunión de apoderados para ofrecer devolver la esperanza a la menor.

“(A Nicole) siempre la llamé mi ‘sunshine girl’, porque con su sonrisa iluminaba la sala entera”, declaró Wendy a Fox 8, donde explicó que su decisión de ofrecerse como donante no era un sacrificio, sino que respondió a un acto casi natural, que surgía luego de que a su propio hijo (William, hoy de 9 años) le salvara la vida un donante anónimo de plaquetas”.

“Entonces, me dije que si alguna vez había una oportunidad de devolverle la mano a otro padre que pasara por lo mismo, lo haría. Sé lo que es no saber si tu hijo va a sobrevivir”, dijo la mujer, recordando cuando los médicos no podían darle una respuesta clara sobre lo que pasaría con su hijo, cuando era apenas una guagua.

Asimismo, aseguró que, como profesora, Nicole se había trasformado en casi su hija, al igual que el resto de los alumnos a los que enseña cada año.
Tras verificar que sí era compatible con la menor, Wendy se mostró segura de que todo se debía a una “obra de Dios”, y tras conocerse la información a través del blog de Brian, los medios locales no tardaron en interesarse por este caso.

“Hay un montón de noticias malas en el mundo”, reflexionó luego el padre de familia. “Podemos optar por ser desinteresadas y ayudar a otros que no tienen la posibilidad de pagarnos de vuelta o podemos ser egoístas y preocuparnos solo de nosotros. Podemos enfocarnos en las malas noticias que dominan el mundo alrededor de nosotros, o podemos mirar hacia el futuro y centrarnos en lo bueno”, agregó, acerca del interés mediático que esta buena noticia tuvo en su país.

 En su blog, informó a todos los que siguen el estado de salud de su hija, que están esperando la llamada telefónica definitiva del hospital, donde se les informará qué día de abril se realizará el trasplante. 

Por su parte, Wendy se ha mostrado tranquila con su decisión, y aunque sabe los riesgos que puede traer la cirugía y el tiempo que luego le tomará volver a su rutina diaria, asegura que no se compara a devolverle la vida a Nicole.
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