"Está muy abrigada". "No establezcas horarios, dale de comer cuando quiera". "Báñala en la noche, porque así dormirá mejor". "No se te ocurra meterla a una sala cuna, porque estará todo el tiempo enferma". "No la mezas, déjala en su cuna para acostumbrarla a dormirse sola".
Éstas son sólo algunas de las frases que las mamás primerizas suelen escuchar de sus madres, suegras, hermanas, amigas e incluso personas no tan cercanas que, convencidas de que les están haciendo un bien, las saturan de datos, tips y recomendaciones que muchas veces ni siquiera han sido solicitados.
También es común que las nuevas madres deban enfrentar a las "sabelotodo", aquellas personas que en el ámbito de la crianza están seguras de que todo lo que hacen está bien y que lo que el resto propone está equivocado.
El problema de todo esto es que, además de tener que adaptarse a su nueva realidad, las madres primerizas deben enfrentar la avalancha de consejos y sugerencias no deseadas, que más que ayudarlas, las abruma. Y peor aún, no saben cómo actuar ante ellas, sobre todo por temor a herir sentimientos y quedar como las malas de la película.
En
"Circle of Moms", una comunidad online donde madres van "al rescate" de otras en diversos temas, una mujer llamada Evelyn planteó el tema, pidiéndole ayuda a otras que han pasado por la situación. "Recibo muchas recomendaciones de mi familia, y me estaba preguntando si alguna está súper cansada de los consejos no deseados y cómo lidian con ellos", escribió.
La inquietud de la desesperada madre primeriza recibió cerca de 100 respuestas, las cuales fueron resumidas en cuatro puntos que pueden ayudarte a resolver la compleja situación. Aquí están:
1.- Primero que todo, sonríe: sin importar lo molesta que te sientas cuando alguien te dé un consejo sin que lo desees, lo recomendable es responderle con una sonrisa en tu rostro acompañada de un "muchas gracias por tu sugerencia, la tendré en cuenta". Samantha B., una de las mujeres que contestó la pregunta de Evelyn, le aconsejó aplicar esta técnica tanto para las personas cercanas, como para las que no lo son tanto, y le aseguró que con ello se sentirá satisfecha.
Otra alternativa es escuchar el consejo, sólo sonreír y en silencio pensar si la persona que lo entrega lo hace con buena intención o simplemente por criticar.
2.- Toma en cuenta que los consejos no solicitados también pueden ser buenos: recuerda que aceptar las sugerencias de otras personas no hace daño y a veces se pueden obtener cosas útiles de ellas. "En ocasiones nos resistimos a las buenas intenciones de los otros debido a la forma en que entregan el mensaje. Puede sonar autoritario o como una orden, más que una sugerencia, y a veces no queremos oírlas. Cualquiera sea la razón, puede ayudar tener la mente abierta y escuchar", recomienda Tina B.
3.- Expresa educadamente tu opinión: según "Circle of Moms", en algunas circunstancias está perfectamente bien expresar que no piensas hacer caso a los consejos que te den, pero la clave está en hacerlo de manera educada. También puedes explicar las razones que tienes para no seguirlos, lo que te dejará en mejor posición a que si los escuchas y haces totalmente lo contrario.
Asimismo, si guardas silencio ante cada sugerencia que te hacen, los otros nunca sabrán que no deseas escuchar más consejos. Por esto, lo mejor es conversarlo con quienes -se supone- intentan ayudarte porque, como dice Angela C., "muchas veces hacemos cosas de las que no nos damos cuenta, hasta que alguien dice algo".
Una última opción es escuchar la recomendación, dar las gracias por ella y comentarle a quien te la da que la próxima vez que veas al pediatra de tu guagua, conversarás el tema con él.
4.- Siempre recuerda quién es la madre: no importa cuál sea el consejo que recibas: en todo momento acuérdate de que tú eres la mamá del bebé y que debes criarlo de la manera que tú sientes es la mejor. Milcah L. lo resume así: "Las madres deben hacer lo que su corazón les dice que está bien e ignorar todo lo demás".
