Hoy vamos a hablar acerca de la comida invernal….
A quién no se le antoja una sopa, una crema y unas sopaipillas pasadas… ¡¡¡qué delicia!!!
¿Qué se nos viene a la cabeza cuando hablamos de frío y lluvias?
Seguramente todos mencionan las sopaipillas, cazuela o unas papas con prietas. A mí me gustan las cremas reponedoras y los purés que no sean los de papa. Por ejemplo, una crema de calabaza, una de topinambur, un puré delicioso de papa de apio acompañando una carne al jugo.
¿O que tal un caldillo de mariscos y pescados?
Precisamente en una feria llamada caldillos y cazuelas, que se realizó en Curicó hace unas semanas atrás, tuve la suerte de probar estas preparaciones tan tradicionales de nuestras regiones, porque tenemos caldillos y cazuelas desde el norte hasta el sur, sopas enjundiosas, sabrosas y reponedoras para el invierno. Algunas nortinas con quinua y mote otras bien sureñas con cordero y luche, realmente una delicia.
Dentro de esta feria conocí a un personaje increíble, se llama Manuel Matamala, un comerciante del mar. Tuve la oportunidad de compartir escenario con él; llegó con un atún blanco de carne suave que se derretía en la boca, blanquísimo y de un sabor indescriptiblemente bueno. Además llevaba una vidriola, también de carnes blancas, más firmes que las del atún realmente sabroso. Y un pez sol, este pescado es increíble, tiene 3 tipos de carne: una roja como el atún, una magra como la corvina, pero con color de trucha y una parte más grasa también de color salmón. Por lejos mi pescado favorito entre los tres.
Le pregunté cuál es el precio de estos pescados en el mercado – cada uno pesaba entre 45 a 50 kg- y me dijo entre 2.400 y 2.800 pesos. Es realmente increíble la riqueza de mar que tenemos y lo poco que conocemos.
Espero que les gusten las recetas de esta semana, saludos, Matías Palomo, chef del restorán Sukalde y NOI.