NUEVA YORK . - Los adolescentes son más propensos a sufrir pérdidas de audición si sus madres fumaron durante el embarazo, según muestra un nuevo estudio realizado con tests auditivos a unos 1000 jóvenes.
Aunque para los autores la relación es "relativamente modesta", una disminución limitada de la audición puede influir en el aprendizaje y las habilidades sociales de los niños y los adolescentes, de modo que aseguran que es importante identificar a quienes necesitarían ayuda y prevenir esa exposición.
Los resultados "deberían formar parte de nuestras estrategias para impedir que la población fume, en especial las mujeres durante el embarazo", dijo el autor principal, doctor Michael Weitzman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.
En otro estudio, el equipo de Weitzman había hallado una relación entre la pérdida de audición y la exposición al humo durante la adolescencia a través de la realización de análisis de sangre para detectar desechos de la nicotina.
Ahora, el equipo analizó información de un grupo de entre 12 y 15 años, al que le habían realizado tests auditivos en el período 2005-2006 durante una encuesta nacional de salud. Sus padres habían respondido sobre el tabaquismo durante la gestación.
El 16 por ciento de los adolescentes había estado expuestos al humo de tabaco materno durante la gestación, según publica el equipo en JAMA Otolaryngology - Head & Neck Surgery. Ese subgrupo tenía problemas para captar las frecuencias más bajas de conversación: uno de cada seis tenía la audición reducida en un oído, comparado con uno de cada 14 adolescentes que no había estado expuesto al humo de tabaco materno.
Weitzman comentó que muchos adolescentes con una disminución auditiva leve no se dan cuenta de que tienen un problema, que les produce irritabilidad e inconvenientes en la escuela. Es más, señaló que es posible que esa disminución detectada en la adolescencia empeore en la edad adulta.
La investigadora Abbey Berg, de Pace University, Nueva York, consideró que los resultados "tienen sentido" si se tiene en cuenta el conocimiento sobre los riesgos del tabaquismo materno para el feto, incluida la disminución del flujo de oxígeno.
"También están las toxinas de los cigarrillos, de las que aún no sabemos de qué se tratan y cuáles son sus efectos", dijo el doctor Josef Shargorodsky, del Instituto de los Ojos y los Oídos de Massachusetts y del Hospital de las Mujeres de Boston.
"Hay muchos otros riesgos del tabaquismo en el embarazo", sostuvo Shargorodsky, que no participó del estudio. "Prevenir la exposición es lo más importante". Berg, que tampoco participó del estudio, dijo que los niños que estuvieron expuestos al humo del tabaco deberían recibir orientación durante el crecimiento para prevenir más consecuencias auditivas.
"Se los podría hacer un seguimiento y podrían recibir información sobre la conservación de la audición desde pequeños", sostuvo. Weitzman coincidió en la importancia de identificar tempranamente a los jóvenes con problemas auditivos.
"Los padres deberían realizarles tests auditivos a sus hijos de entre 12 y 15 si fumaron durante el embarazo", dijo.