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Modelos octogenarias irrumpen en la publicidad fashion

Las canas y las arrugas, rastros naturales del paso del tiempo, están siendo al fin apreciadas por la industria de la moda. El último en demostrarlo es un diseñador chileno que tiene como protagonista de su última colección a una hermosa mujer de 81 años.

19 de Julio de 2013 | 10:14 | Emol
¿Quién dijo que la vida útil de una modelo desaparecía con los años y las canas? Dos mujeres octogenarias son el vivo ejemplo de que la industria de la moda está abierta a cambiar los estereotipos que por años se le ha criticado.

El diseñador chileno Gabriel Vielma es un ejemplo. El hombre, que se formó en Europa y hoy tiene su propia casa de moda en el Reino Unido, ha sido recientemente entrevistado en Inglaterra por tener como estrella de su colección otoño/invierno 2013 a Jennie Rhodes, una actriz semi retirada de Hollywood y modelo de la agencia Close Models.

“Mis estilos son fuertes y dinámicos, y la modelo que elegí también (…) Las prendas le sientan tan bien a esta mujer, como lo haría en una de 17 años”, explicó el chileno, agregando que el carácter que Rhodes, de 81 años, entrega en las fotografías, da muestra de un requisito que todas las modelos debieran tener.

“Esta modelo representa la colección con su experiencia, rostro clásico y alma auténtica (…) Hay diferentes bellezas en este mundo. No solo los jóvenes tienen este atributo. Una flor tiene belleza igual que la moda”, señaló.

Pero Rhodes no es la única mujer que a su edad acapara las cámaras de la moda. Carmen Dell’Orefice es sin duda ya una leyenda en la industria, con sus 82 años y manteniéndose vigente con casi 70 años de carrera.
Según esta modelo, cuyo rostro es parte de las campañas de Rolex e incluso ha desfilado en el último tiempo para Gaultier y Galliano, durante los últimos 15 años ha visto su trabajo despegar en las portadas de revistas.

Fue descubierta a los 13 años por la esposa de un fotógrafo, mientras se bajaba de un bus en Nueva York, su ciudad natal. De origen humilde, no dudó en aprovechar la oportunidad de ayudar económicamente en su casa, y trabajó como modelo incluso posando para Salvador Dalí. A los 15 años, ya era portada de Vogue.

Y aunque ha intentado jubilar tres veces -la primera en 1959- el mundo de la moda parece no cansarse de su cara, aunque el paso del tiempo la afecte como a cualquier otra mujer.

En una entrevista dada al Daily Mail este mes, Dell’Orefice confidenció algunos de sus secretos para mantenerse vigente y cotizada en sus ochentas, admitiendo que por décadas ha utilizado inyecciones de silicona de forma regular.

Además, hace 50 años, se sometió a una dermoabrasión para atacar arruguitas y el daño del sol acumulado en su piel. Desde entonces, utiliza bloqueador solar sagradamente, e incluso confesó ponérselo antes de dormir, en caso de que se le pueda olvidar aplicarlo en la mañana siguiente.

“Hidrato mi piel con lo que sea que tenga a mano, pero nada de lo que pongas por fuera hará la diferencia, si no te preocupas del interior. Tomo agua con jugo de limón por la mañana, y como un montón de yogurt con probióticos”, explicó la modelo.

En cuanto a mantener la línea, Dell’Orefice aseguró que “no es tan complicado”. “Solo deben tener autodisciplina y entender qué es lo que genéticamente se les ha dado”.

Consultada acerca de qué piensa de sus colegas de hoy en día, declaró: “A estas modelos jóvenes les enseñan a caminar de determinada forma; todo se trata de sexo. Hay una falta de refinamiento, no hay romance. Todo es una descripción vulgar de la vida, es muy triste”.
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