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¿Sabes realmente que te gusta? ¿Conoces las texturas que prefieres y los colores que te van? ¿Compras en una tienda en especial?
Si contestas de manera afirmativa algunas de estas preguntas, de alguna manera ya estas definiendo tu estilo. Si no lo conoces, Gisela Méndez, una asesora de moda e imagen mexicana, te ayudará a definirlo con el manual “La Mejor Versión de ti” (Océano).
“El estilo es la forma de ser, actuar y presentarte ante los demás. Es el que hace que la gente te recuerde y que te sientas más cómoda contigo misma”, afirma. Es que para ella, saber cuál es el estilo personal permite no sólo verse mejor sino que se requeriría de menos tiempo para arreglarse.
“Sabes con certeza qué tipo de prendas y accesorios sirven para cada ocasión de acuerdo con tus propios gustos. Además, al entender tus gustos y poder definirlos eres más congruente contigo misma y eso te ayudará a tener una mayor seguridad”, aconseja.
La especialista, que es directora de la empresa Imagen Integral, una consultora en imagen corporativa, política y personal (www.imagenintegral.com.mx) dice que todas las mujeres tenemos la habilidad de transformarnos según el momento, las circunstancias o el humor, lo cual nos haría muy versátiles.
Para saber cuál es el estilo propio entrega las herramientas necesarias para comprender a cabalidad cómo lograrlo. Por ello, dedica capítulos completos a enseñar a auto observarse y determinar cómo es nuestra silueta y rostro.
También, instruye cómo eligir los colores de la ropa, cómo tener un closet para cada ocasión y desentraña los mitos de la moda. La segunda parte del libro está dedica al cabello, maquillaje y cuidado de la piel. Y como si no fuera ya completo el manual, finaliza con consejos para definir los accesorios. Es como ella dice, un manual con técnicas y secretos, “de los pies a la cabeza”.
“Cuando te das cuenta de cuáles son tus colores, gustos y preferencias jamás te olvidas de quién eres”, escribe.
Para comenzar
Gisela Méndez, propone definir el estilo analizando a los famosos pero siendo muy objetiva con lo que te quedaría bien y no.
Observar los parecidos físicos, estilos y accesorios que usan. El objetivo, es que uno mire las áreas de oportunidad y se atreva a explorarlas, pero sin jamás dejarse llevar por el gusto de otros. Para hacerlo de la mejor forma, define tres fundamentos: cuerpo, edad y presupuesto.
“Tu cuerpo, obsérvate de manera objetiva donde los ‘estoy gorda’, no se valen. Sin juzgarte, obsérvate queriéndote”, escribe y refuerza diciendo, que todas debemos aceptar nuestro tipo de cuerpo y disfrutar de él. Otro, fundamento es la edad. Es la misma condición que todas vivimos, para algunas es una piedra en el zapato, para otras representa una oportunidad de crecer.
“Desfasar nuestra edad de nuestra forma de vestir puede resultar, con el tiempo, un problema. Aunque tengas un hermoso cuerpo, la edad y la experiencia se notan”, anota. El último es el presupuesto. En este punto recomienda estar muy consciente de lo que se necesita y se puede comprar.
“Evita agobiarte por una prenda muy cara; preocúpate más por ver un atardecer o convivir con tus amigos y destina mensualmente, un 10 a 15% de tu salario y ahórrala, después de 3 o 4 meses, compra lo que necesites o ve comprando una pieza al mes que combine con tu ropa”.
Algunos consejos
Con ilustraciones a color, la experta mexicana define diferentes ocho estilos femeninos que describe con lujo de detalles y toma como modelos para cada consejo posterior. Estos son: casual, tradicional, distinguida, femenina, coqueta seductora, creativa/ecléctica, fashionista y bohemia chic.
También da una pauta de las siluetas y cómo identificar si tienes forma de “H”, redonda, “V”, “A”, ”X” y “8”, y las líneas de la cara, para definir accesorios. Pero además, detalla qué usar y evitar, por ejemplo si tu cuello es largo, corto o ancho; si el busto es grande o pequeño; brazos gruesos, delgados o cortos, qué pasa con tu abdomen, caderas, trasero y finalmente, aborda “deficiencias” en piernas, pantorrillas y pies.
“Si el abdomen es prominente, no importa su tamaño si no lo que proyectes. Con las prendas que uses el objetivo es acortar la mayor área del abdomen y reducirlo visualmente.
Elimina blusas de lycra y todo lo que apriete. Juega con las texturas en esa área, usa líneas horizontales en proporción a tu figura y texturas ligeras”, recomienda. En el caso de los traseros grandes, propone equilibrar visualmente con colores sólidos, telas sin textura y diseños que den esa ilusión óptica. Además, de no ocultarlo y usar pantalones a la cadera para acortar la parte trasera.
“Faldas de pretina ancha y debajo de la cintura y los vestidos con cinturón bajo, ligeramente en diagonal. Evita estampados y bolsas en las nalgas así como pantalones cargo. Toda tela que tenga movimiento y sea poco gruesa ayuda”, asegura Méndez. Para piernas cortas, tacón de mínimo 10 cm. de alto y que el pantalón cubra casi todo el tacón. Paras las largas, resaltar el tronco con collares largos y blusas debajo del ombligo y para las pantorrillas anchas, evitar Capris, botines, pulseras en tobillos, y “¡olvídate, deja de quejarte al respecto!”.
Las creencias de la moda
Para ayudar a derribar mitos y usar lo que a uno le gusta y le queda bien, Gisela Méndez realiza un análisis de esas ideas locas que circulan, pero que en su opinión son falsas. Acá van algunas:
1. Soy robusta, debo taparme toda: Esto no es verdad: una talla mayor te hará ver más amplia, porque tendrás más tela encima y nada estilizada. Usa colores oscuros en la parte más voluminosa de tu cuerpo y tonos claros en la más reducida. O bien usa un atuendo monocromo y usa escotes en V.
2. Short solo en la playa: Falso. Pero ojo, sólo las chicas de piernas delgadas y con traseros angosto se pueden dar el lujo invernal.
3. Las plumas son para los pájaros: Casi cierto. Los plumajes en accesorios pequeños y de contraste con plumas proyecta un estilo agradable y un tanto excéntrico.
4. Los sacos boleros son para las niñas: Falso. Están de moda, no solo como sacos sino también como pequeños suéteres. Pero no a todos los cuerpos les va bien. Si tienes mucho busto lo hará verse más grande, y si tus piernas son largas y tórax corto acentúa la desproporción.
5. No importa la talla, si me gusta lo arreglo. Falso. No todas las prendas que compres se pueden ajustar.
6. Tengo cuello corto, nunca usaré pañuelos: Falso. Si camuflas un cuello corto podrás usa bufandas y pañuelos sin delatarlo. Pasa tu bufanda por el cuello y anúdala a nivel del pecho, no más arriba. Tu cuello lucirá más largo.
7. Combinar más de tres colores no se vale: Falso. En un trabajo corporativo lo idea es trabajar con vestuario de tres colores. Para trabajos creativos, usar muchos colores denota creatividad, entusiasmo y apertura. Vestir un mismo color es para cuando no quieres destacar por protocolo o etiqueta.
8. Los vestidos de gala son siempre largos: Falso. El vestido es una combinación de formalidad y fantasía. Son de telas brillantes, mates, con pedrería, transparencias o encajes, independiente de su largo.
9. Las faldas muy largas son para las altas: Falso. Todas las podemos usar solo que hay que úsarlas con tu proporción, para saberlo, coloca tu mano en la pierna derecha, el meñique en el borde del hueso que sobresale en el tobillo, donde llegue el pulgar será la medida máximo de largo.
10. Ningún estampado le va a mi figura: Falso. Dan vida al guardarropa, con un estampado flora en rosas, morados y verdes. Puedes usar un suéter verde, bufanda morada o hasta zapatos en contraste rojos o granate. Tips. Cierra tu puño y ponlo sobre un motivo del estampado, si lo tapa es proporcional a tu figura.