"Las clases de ortografía deben ser desechadas porque los niños pueden corregir sus errores en su teléfono móvil o en el computador”, afirmó, el docente de tecnología educativa en la Universidad de Newcastle (www.ncl.ac.uk), Sugata Mitra en una entrevista publicada en el periódico Times de Londres.
Dice que la buena gramática era necesaria, tal vez hace 100 años, pero que ahora no.
Su argumento se basa en que en la actualidad los estudiantes tienen un acceso constante a la tecnología, por lo que ya no sería necesario enseñarles ortografía y gramática en el aula de la manera tradicional.
“En primer lugar, el teléfono corrige mi ortografía, así que realmente no necesito pensar en ello y, en segundo lugar, porque a menudo me salto la gramática y escribo de una manera críptica que se entiende de todas formas”, agregó.
Es más, alienta a que los alumnos no deben confiar en las reglas lingüísticas para expresarse en las formas nuevas de comunicación, como en el uso de mensajes de texto por teléfono móvil.
El profesor se ganó el premio millonario en TED Conferencias (www.ted.com), para crear "escuelas nubes", dedicada a la enseñanza de niños, donde aprenden unos de otros, acompañados de expertos ya retirados.
A pesar de sus pretensiones, la Asociación Nacional para la Enseñanza del Inglés del Reino Unido, defendió la enseñanza de la gramática correcta en las escuelas, pues señalan que los aparatos electrónicos, “no pueden pensar por ti”.
¿Qué pasa en Chile?
Para Yasna Jelincic, directora de la Escuela de Educación de la Universidad del Desarrollo, el comentario le parece absurdo, pero está de acuerdo con que la gramática y la ortografía no pueden ser enseñadas en forma paralela. Hacerlo de esa manera, está obsoleto.
“Ya no se deberían enseñar los contenidos de gramática y ortografía como aspectos disgregados de un mensaje lógico y funcional. El objetivo es que los estudiantes comprendan la norma a partir de su uso y análisis en contexto”, opina.
Señala que los planes de estudio actuales y textos de apoyo entregados a las escuelas promueven la integración de la ortografía y la gramática al mensaje escrito. Sin embargo, es evidente que aún existen ciertas dificultades para integrar estos cambios a las prácticas docentes.
“Si observas los textos escolares que entrega el ministerio no tienen en forma separada la enseñanza de la ortografía. También en la formación de docentes, las mallas curriculares, trabajas la ortografía en forma transversal y dentro del área de lenguaje y comunicación”, asegura.
Ahora comenta que es insensato pensar que el uso de información digitalizada no necesite de una buena redacción ni que la informática pueda determinar si se está haciendo un buen uso del idioma. “Sabemos que hay muchas palabras que tienen doble funcionalidad, por tanto, un buen lector ortográfico no puede analizar esa funcionalidad ni tampoco lee el contexto o la coherencia textual completa”, asegura Jelincic, quien es profesora de educación básica, mención en lenguaje de la PUC.
Agrega que de nada te sirve conocer el uso de puntos, si no le pones en un contexto para darle un sentido lógico. Ni tampoco pasar por palabras aisladas o textos que no tengan un tipo de significado para el niño. “Tienes que verlo en un contexto integrado con textos de calidad y que sean de interés para el grupo en el cual estoy enfocado”, dice.
Por otra parte, indica Yasna Jelincic, la lectura es el mejor predictor del aprendizaje académico. Es decir, si uno lee se deduce que tendrá un buen desempeño en el uso de las estructuras gramaticales tanto a nivel escrito como oral.
En ese sentido, comenta que los tres grandes ejes del ramo actual de Lenguaje son la lectura, escritura y comunicación oral.
“El manejo de la lengua, ortografía y gramática, se integran al eje escritura de forma que los alumnos sean conscientes de que el aprendizaje de la norma o convenciones del lenguaje, sólo serán de utilidad cuando se toma conciencia de que estos serán utilizados para elaborar mensajes más eficientes, porque en definitiva, no es un fin en sí mismo”, define.
La tecnología
Sin embargo, el lenguaje está vivo. Cambia y cada vez existen nuevas palabras y formas de locución que son aceptadas como propias de cada lengua. Entonces, no se contradice que con tanto chat, mensaje de texto y mails a la rápida se vayan incorporando nuevas formas de comunicación.
“Creo que si tenemos un buen sistema escolar, el uso de chat no necesariamente debería empobrecer el lenguaje, sino que sólo ser considerado como una nueva forma de expresión”, reflexiona.
Por lo tanto, para la docente y magíster en dirección y gestión escolar de calidad, de la UDD y Fundación Chile, Yasna Jelincic es importante no olvidar la practica del lenguaje formal, porque le permite a los niños dimensionar la riqueza del lenguaje escrito y por ende, conocen la validez de entregar un mensaje de calidad.
“Eso les sirve para enfrentar, en forma posterior, situaciones laborales que requieren de esa enseñanza”.
Por lo mismo, opina que es vital la acción de los docentes para trabajar con la tecnología como un aleado y mejorar sus metodologías de enseñanza para hacer del lenguaje una experiencia significativa.
Pero, le quedan dudas que efectivamente estén los docentes preparados para trabajarlo así. “Esto requiere de un cambio cultural en términos metodológicos, lo cual implicará cierto tiempo de espera para ver los resultados”, añade la especialista.