“Estar junto a mi hijo y cerca de mi esposa durante las primeras cuatro semanas de su vida fue la mejor decisión. Se generó un lazo con mi hijo profundo en el momento más importante. Por esos días, mi mujer estaba agotada y un día, simplemente, me dejó a nuestro hijo en brazos, diciéndome que necesitaba tomarse un respiro. Me vi con él en brazos, la obligación de improvisar... aunque más bien, repetí todo eso que había visto en los primeros días y ¡salí airoso!”, así cuenta Rodrigo Toledo, el feliz episodio que lo llevó a asumir su paternidad con esmero y tras su experiencia, decidió compartirla en el libro “Papá en rodaje” (El Mercurio-Aguilar).
Es que su entusiasmo caló tan hondo, que el protagónico también lo llevó a cuestionarse su rol, su machismo y a asumir, que las mujeres deciden más acerca de la relación que los hombres quisieran admitir.
Por eso decidió escribir sus vivencias y poner en sana evidencia, la época de transformación que él siente que está viviendo su género.
“Nos negamos a hacer cosas ciertas pero tenemos las capacidades y podemos ser más que un aporte, y estar a la par de una mujer cuando crías a un hijo, sin perder grados ni espacios de masculinidad”, afirma. Añade, que ese lado viril se adapta si es que uno se lo permite. Aunque de todos modos, el ser padre implica cambiar y equilibrar tanto lo que sucede dentro de la casa como fuera.
“Los buenos amigos siguen estando ahí, el fútbol aunque menos que antes, pero son detalles que generamos para vivir mejor”, cuenta.
Es por eso que “Papá en rodaje” no es exactamente lecciones de paternidad ni sendos consejos para enfrentarla sin morir en el intento. Más bien, es un relato autobiográfico, honesto, que habla sobre las vicisitudes de un hombre que quería ser padre y lo fue.
“Creo que hacen faltan libros que hablen sobre cómo ser papá pero desde la mirada masculina. Antes de animarme a escribir, recorrí varias librerías y los libros que encontré eran de autoayuda y consejos súper puntuales para las mujeres y casi nada para hombres”, comenta el autor, que es periodista, profesor y consultor en desarrollo organizacional.
“Papá en rodaje”, entonces, da cuenta de lo que se siente y todo lo que pasa en este período, ahondando en la postergación que viven los hombres cuando un bebé llega al hogar.
“La paternidad es un rol nuevo que debemos asumir, pero no dejamos en ese instante de ser pareja, amigo e hijos. Depende de nosotros, los hombres, buscar espacios para la pareja y la intimidad y así mantener viva la relación”, dice.
Los consejosLo que aprendió Rodrigo Toledo es que ellos son los que deben tomar la iniciativa, pues ellas, las mamás están 100% abocada a ser una gran madre y ya no, de encargarse de los “detalles” de la pareja.
En ese sentido, se podría afirmar que su principal recomendación es salir de la queja y la comodidad, para aprender a ser compañeros integrales.
“No tenemos que presionarlas sino que comprender, contener y regalonear. Si aceptas el miedo que te provoca ser desplazado por un hijo, puedes recuperar tu relación, renunciando a los viejos comportamientos”, agrega.
“Papá en rodaje” es por tanto, un relato que describe sentimientos, circunstancias y dificultades en la pareja y familia ante la llegada de un bebé.
La idea es que el lector se pueda reconocer y descubrir que sus reflexiones, malestares e incomodidades no son aisladas, sino propias del rol que los hombres quieren o no, jugar hoy con sus hijos.
Pero, en definitiva ¿qué es ser un padre comprometido?
Para el autor, es permanecer abierto y con todos los sentidos para aprender cada día de los pequeños. “Los hijos te sacan de tus automatismos y vuelves sobre lo que realmente te hace feliz, que son los afectos, los detalles y las prioridades cambian”, define.
En otras palabras, dice que una paternidad comprometida es estar disponible para que las cosas cambien de la mejor manera, porque tal como le enseñaron sus padres, los niños crecen rápido y el tiempo que se les dedica es relevante para sentirse satisfecho sobre cómo se aprovecha el tiempo, la edad y la época que se vive.
“Nosotros, los hombres, creo que vivimos nuestros inicios de la paternidad de manera más silenciosa y culposa por no poder dedicar más tiempo”, reflexiona.
Entonces, para no quedar inmovilizado ni masacrarse por “no poder” propone ocupar la razón y ordenar los tiempos. Pero, sobre todo lograr que la propia pareja te apoye y confíe en las capacidades que se puede desarrollar.
“Tienes que tomar acuerdos y compartir las tareas y responsabilidades, porque si uno solo se lleva la carga eso te pasa la cuenta más tarde”, acota Rodrigo Toledo, que también lleva
el blog hace tres años, con cerca de 70 entradas dedicadas a esta aventura de ser papá.