¿Qué pasaría si expertos aseguraran que la promiscuidad femenina asegura que la especie sea más saludable? Fue después de estudiar el comportamiento al reproducirse de pollos salvajes, que, se cree, son ancestros de los domésticos que se conocen habitualmente, que investigadores de varias universidades llegaron a la conclusión que mientras más las hembras se apareaban con machos, mejoraba la calidad de su descendencia.
El estudio, publicado el 3 de septiembre pasado en el periódico Proceedings of the Royal Society B, llamó la atención luego de que el profesor de la Universidad de Anglia del Este,
David S. Richardson, comentó que estos hallazgos podían eventualmente aplicarse a otros animales, incluso a humanos.
“Nuestra investigación ha demostrado que las hembras no necesitan escoger entre hombres para tener crías más saludables. Más bien, al aparearse con varios machos, permiten que su mecanismo de elección interno favorezca los espermatozoides genéticamente diferentes (a ellas)”, lo que haría la descendencia más fuerte ante las enfermedades, comentó.
“Este caso se podría dar en otros animales, incluyendo humanos. Sin embargo, comprobar esto en la práctica entre mamíferos sería muy difícil, y obviamente imposible en humanos, por razones éticas”.
La investigación, en la que participaron científicos de las universidades de Oxford, Estocolmo y Linköping (al sur de Suecia), compararon lo que sucedía genéticamente con las nuevas crías de los pollos, comparando su forma natural de reproducirse con la inseminación artificial.
Para ellos, además de haber señales que capta la hembra, como el olor del macho, para escoger sexualmente, existe un mecanismo interno que hace naturalmente otra selección –esta vez, post cópula y que se conoce desde la década de los 80 como “Elección Femenina Críptica“- en medio de la competencia espermática que habría, en el caso de aparearse con varios.
¿Hijos más sanos? Pero sin amigasSi bien la promiscuidad parece ser beneficiosa en pollos -y aún no se aclara si lo sería también para humanos-, cabe mencionar otro estudio dado a conocer en junio de este año, en el
Journal of Social and Personal Relationships, y que aclara de antemano que al menos socialmente, las mujeres por más permisivas sexualmente que sea, no quieren amigas de la misma moral al lado suyo.
Basándose en investigaciones que ya señalaban que hombres no ven con muy buenos ojos a sus parejas ocasionales, cuando éstas son promiscuas, se consultó a 751 adultos jóvenes para saber su opinión acerca del sexo recreativo y de casos hipotéticos entre hombres y mujeres.
Fue así como el estudio, realizado por la Universidad Cornell, concluyó que fueron las mujeres las que veían más negativamente a otras de su género, en cuanto a conductas promiscuas, por mucho que en su historia personal la permisividad sexual fuera aceptada y admitida.
“Estudio tras estudio ha descubierto que las mujeres permisivas sexualmente son discriminadas por posibles parejas sentimentales, y ahora, también por potenciales amigas del mismo sexo”, dijo a Science Omega, una de las autoras de la investigación, Zhana Vrangalova.
Asimismo, explicó que aunque la mirada hacia una sexualidad más libre se ha hecho más común a lo largo de los años, aún parece no aceptarse del todo socialmente. “Cosas como el sexo casual, sexo en grupo, y con múltiples parejas siguen estando estigmatizadas por la mayoría”, señaló.