Es cosmopolitana de tomo y lomo. Taiwanesa, llegó a Chile a los 2 años y estudió su enseñanza básica y media en Santiago, combinado todo con clases de música, arte y otros que sus padres se preocuparon de proveer.
Al salir partió a Francia a estudiar diseño industrial en la Sorbonne, y tras regresar, desplegó todo lo aprendido en
su blog y en los variados trabajos que realiza como fotógrafa, modelo y comunicadora en una empresa de lujo.
Su bella apariencia oriental llama la atención, lo que no evitó que en la adolescencia haya sido objeto de algún tipo de bullying o discriminación que dice haber enfrentado con una gran autoestima.
Hoy, desde su página web, Sue Wang (30) marca tendencias que miles siguen buscando saber lo que la lleva en moda, decoración, arquitectura, viajes, cocina y otros. Ella prefiere no hablar de moda, sino de ‘lifestyle’ y se le ve absolutamente compenetrada en este rol de observadora callejera.
Viajera por un impulso interior superior, habla los idiomas suficientes para moverse sin problema por las capitales del mundo que marcan tendencia y, aunque cree que su ciudad es Nueva York, por el momento planea quedarse en Santiago ya que se casa con un chileno el próximo año.
“Pensé sacar la nacionalidad en algún momento, pero me di cuenta que no la necesitaba; mi pasaporte taiwanés tiene muchas ventajas”, dice entre risas.
Cuando vivía en París, en 2002, comenzó a escribir un blog muy autobiográfico para mantener al tanto de su vida a sus amigos, a quienes había comenzado a replicar mails bajo la modalidad copy-paste. Esa fue su primera incursión en este tipo de plataforma que le sirvió mucho y agarró vuelo porque contaba qué pasos se siguen para hacer un pregrado allá.
“Suewang.org era muy autorreferente –se ríe- pero terminó abruptamente cuando me lo hackearon y borraron todo. En ese momento sentí que había perdido mi vida, pero al tiempo salió Twitter y empecé a contar mi vida ahí”.
Sólo cuando regresó empezó con Pizca cuya línea editorial no trata de su vida personal.
-¿Por qué el cambio?“La gente era como media morbosa en mi blog anterior y por eso, ahora no es tan personal. Pizca es más magazine, cuento todo desde mi punto de vista pero no cuento que me peleé con mi room mate”.
-¿Por qué entrar en el mundo de las tendencias?“He viajado muchísimo por lo que he visto muchísimo, entonces cuando alguien ve algo nuevo, yo digo estaba hace 3 años en tal parte. Como vivo en el futuro, voy adelantada”.
-¿Chile es un mercado como para marcar tendencias?
“Chile tiene que marcar tendencias desde lo local. Si intenta copiar lo de otros países está muerto, tiene que tener ropa de autor y lanzarse, porque si no, no tiene sentido.
“Es verdad que todo lo que llega a Chile ya es moda; la tendencia es cuando está recién apareciendo y acá uno compra lo que es made in China ya”.
-¿Encuentras acá cosas que te sorprendan?“Sí, hay cosas que me llaman la atención, pero –lo siento- no a nivel de moda, si no de temas de sustentabilidad o diseño. Hay que partir por usar materiales primarios y no traídos desde afuera”.
Sue cree que se distingue de otras blogueras por el hecho de no estar centrado en la moda; “no soy fashionista”. “No soy ni la bloguera de moda, ni bloguera de moda, soy bloguera de lifestyle y pretendo seguir vigente por mucho tiempo”.
-¿Qué te hace diferente?“Soy mucho más transversal, me leen hombres porque no me enfoco sólo en moda”.
-¿Qué impacto tienen estos blogs?
“Como no quiero aburrir a nadie mis posteos son muy acotados, lo que incita a los otros a leer más, a buscar más. Les doy la patita al presentar algo nuevo y las personas pueden buscar más”.
-¿Los chilenos han evolucionado? ¿Seguimos siendo conservadores?“Bueno, es verdad que son muy nicho, recién ahora la gente está abriendo su visión gracias a los viajes”. Aunque en Twitter tiene 4 mil seguidores, su blog tiene casi 70 mil entradas al mes, muchas desde el extranjero. Quizás eso hace que se sienta outsider en todas partes: si está en Taiwán, no se siente ciento por ciento de allá, ni tampoco en Chile o Francia. Por eso, cree que en Nueva York se sentiría cómoda, porque allá hace su vida sin que nadie lo mire raro.
-¿Ser taiwanesa es una ventaja?“Creo que tengo un background súper cosmopolita; mis padres me transmitieron que había un mundo allá afuera; me dejaron viajar sola desde muy chica y me impulsaron a que viera que hay más”.
-¿Te has sentido discriminada?“Cuando chica me apuntaban más con el dedo, era fuerte pero todo depende de la personalidad. Siempre tuve compañeros muy buena onda. Pasé por muchos colegios, entre ellos el Liceo 1, y nunca me sentí objeto de bullying porque por mi carácter no me dejo pasar a llevar”.
Próxima a casarse, reconoce que no se imagina teniendo hijos, menos en Chile, porque dice que acá todo es muy caro. Mi madre me puso en muchas clases particulares de música, idioma y otros y en muchos países la educación es gratuita. Además, hay un tema de mentalidad; acá los niños los crían las nanas porque se trabaja muchas, muchas horas. Yo no quiero eso para mis hijos”.
-¿Además de todo eso, te hace ruido la sociedad chilena?“En muchas cosas; además de las malas costumbres, tiene doble estándar, es discriminador, sólo acoje al rubio de ojos azules y no está educada en vivir en comunidad. Es una sociedad muy individualista, no les preocupa el espacio público, se descuida todo.
“También es muy conservador en temas como el aborto”.
-Con todo esto, ¿cómo te enamoraste de un chileno?(Se ríe) “No lo sé, debe ser porque él ha vivido afuera y tiene otra mentalidad”.