Fotoprotector vs. bloqueador |
A los productos para cuidar la piel del sol antes se les llamaba bloqueadores. “Ahora, como se sabe que ninguno bloquea el 100% de la radiación, está prohibido decir bloqueador y estamos obligados a decir fotoprotector”, señala la dermatóloga. |
"En términos generales, las pieles latinas o tipo 3 (aquellas que a veces se queman, pero al final del verano están siempre bronceadas) pueden usar factor 30 con relativa tranquilidad, mientras que las europeas, nórdicas o caucásicas que son más blancas, debieran ocupar FPS 50. Menos de 30 no tiene sentido, estamos perdiendo el tiempo", asegura la especialista.
La textura también es un aspecto en el cual es importante fijarse a la hora de comprar un protector solar, ya que se pueden encontrar en gel, crema, serum, mousse, loción, emulsión, spray e incluso como maquillaje compacto.
"En general, en el cuerpo se puede usar uno que no guste tanto cosméticamente, que sea un poco grasoso, etc. Pero para la cara hay texturas fluidas que son tanto más agradables", sostiene Cossio, y añade que estas últimas son ideales para quienes padecen de acné.
Asimismo, hay que tomar en cuenta si se utilizará en niños y si es así, revisar si es hipoalergénico, es decir, que no tenga filtros químicos, y resistente al agua.
En todo caso, la especialista afirma que cuando se trata de los más pequeños, siempre es mejor que vistan prendas de manga larga de color oscuro, a que estén con protección solar. Y si son menores de 3 años, no deben exponerse a la luz solar directa.
"En el melanoma (el tipo de cáncer de piel más serio) lo que más influye son los primeros 20 años de vida y es por eso que hay que poner tanto énfasis en la protección de los niños", indica.
La aplicación: ¿lo haces bien?
Pero no sólo basta con escoger bien el producto que protegerá tu piel del sol, sino que también hay que tomar en cuenta la forma en que éste se aplica. En este sentido el "repítalo cada dos horas" de los dermatólogos no debe ser pasado por alto, ya que -según explica la especialista- después de ese tiempo sólo el 70% del protector sigue cumpliendo su función. "De ahí en adelante, la curva de protección solar comienza a bajar en forma significativa", indica.
Asimismo, la cantidad que se utiliza debe ser "generosa". "Una botella de protector solar no puede durar todo el verano, porque significa que se está usando mal. 35 ml debieran ser para aplicarse en todo el cuerpo una vez. Si no se ocupa en esa cantidad, la verdad es que la protección que estamos teniendo es significativamente más baja", asegura Cossio.
Lo mismo ocurre si el producto está vencido. "Hay que fijarse en la fecha de caducidad, porque a veces uno tiene en la casa el del año pasado y si está vencido, no cumplirá su función. Pero si es del año anterior y está vigente, se puede usar sin problema", sostiene la dermatóloga.
Ojo con los postsolares |
¿Has escuchado hablar de los after sun? Se trata de productos especialmente formulados para aplicar sobre la piel que ha sido expuesta a los rayos UV, pero es importante no confundirse con ellos. |