4 calamares medianos, ½ taza de aceite de oliva, cilantro, ½ ají verde, ½ diente de ajo, sal marina.
Es importante conseguir los calamares enteros y limpios, es decir, sólo el tubo blanco, que no estén cortados en aros. Suelen venderlos congelados en los supermercados. Se recomienda tener una fuente resistente al calor para terminar la preparación.
Se pueden abrir los calamares (transformar el tubo en un paño, digamos) o dejarlos como están, en ambos casos, hay que hacer cortes superficiales por todo el calamar, para que no se encoja tanto al fuego de la parrilla.
En caso de que se abran, los cortes serán por ambos lados. En un mortero poner un poquito de sal gruesa, el ajo, ají verde y cilantro y moler hasta obtener una pasta gruesa. Agregar el aceite de oliva y revolver. Untar los calamares, levemente, en este aceite verde y llevar a la parrilla a fuego vivo para dorar por ambos lados.
No salar mucho porque la salsa que hicimos ya tiene algo de sal. Poner la salsa verde en una fuente donde quepan los calamares y disponer sobre la parrilla para que se caliente un poco.
Poner los calamares ya asados encima por un par de minutos, mezclándolos bien con la salsa. Servir de inmediato con limón.
