Se ha vuelto una moda. En un restaurant o cualquier lugar público donde haya una persona con un celular inteligente y le encante estar conectado a las redes sociales.
Sucede que a penas llega su plato, en vez de tomar el cubierto, enciende la cámara y click. Listo! En uno o dos pasos, ya todo el mundo se enterará del deleite que la “amiga” va a devorar y disfrutar.
Pero, ¿qué nos pasa cuando vemos fotos de platos de comida? ¿Nos seducen para ir tras ellos? ¿O de ver tanto, se nos quita el hambre?
Para dilucidar qué es lo que ocurre, un grupo de estudiosos de la Universidad Brigham Young, en Utah, Ohio realizaron una investigación para conocer el impacto que tienen estos registros en las personas.
Es que la tendencia es creciente. Instagram, Facebook, Twitter, Pinterest son las que encabezan las preferencias para mostrar y difundir lo que la gente piensa, hace, gusta y sobre todo, lo que come.
¿Qué descubrieron en Utah? Que las miles de fotos de comida que a diario circulan en las redes sociales disminuyen el placer de la comida. Cierto o no, eso fue lo que dieron a conocer en la Revista de Psicología del Consumidor norteamericana, que publicó la investigación.
“En cierto modo te cansas del sabor sin siquiera probar la comida. Es una especie de aburrimiento sensorial que hace que no quieras tener la experiencia de comer esos platos”, explicó el profesor Young Ryan Elder a en el portal de noticias americano News.
“Alimentos porno”
El estudio reclutó a 232 personas para mirar y evaluar imágenes de alimentos. La mitad, miró 60 fotos de preparaciones dulces, como pasteles, trufas, chocolates, y el resto, 60 instantáneas de comidas saladas, como papas fritas y galletas, entre otras tentaciones. Luego, se les pidió calificar cada imagen con el grado de apetito que les causaba.
Al final, los participantes tuvieron que comer maní y también se les preguntó qué tanto los disfrutaron. Para sorpresa de todos, los que vieron fotos de platos salados los disfrutaron menos, que los que fueron expuestos a fotografías de dulces.
“Creemos que los sujetos saciaron su experiencia sensorial de salinidad a diferencia de los otros y que por eso no disfrutaron del maní”, afirmó el profesor.
Por este motivo, en la universidad norteamericana piensan que podría ser una mala noticia para los devotos de las redes sociales, porque los alimentos estarían pasando a la categoría de “porno”, ya que de tanto verlos fuera de contexto y en exceso, las personas dejarían de querer consumirlos.
Pero, también afirmaron que estos resultados pueden ser útiles para las personas que hacen dieta. ¿Habrá que poner una foto de esos “placeres culpables” para empezar a hostigarnos, calmar la ansiedad y sentirnos satisfechos?
Los chef opinanEl chef ejecutivo del
restorán Sukalde, Matías Palomo piensa que las fotos de comida en las redes sociales son una forma de acercar a las personas amantes de la comida a lugares donde muchas veces no podrían ir, como por ejemplo, restaurantes en otros países y continentes, y más que saciar el hambre dice que despierta las ganas de comer.
“La verdad es que creo que la gente que ama comer bien agradece una referencia gráfica de restaurantes sobre todo si no son muy renombrados o desconocidos”, señala.
Agrega que son un tributo al trabajo bueno o malo de los cocineros, porque muchas veces sacar una foto de un plato y decir que realmente no estaba bueno le puede ayudar al dueño del restaurante a mejorar su propuesta.
En tanto que, Marcelo Leyton, chef ejecutivo de
La Tecla Chilena también tiene una visión parecida, y opina que las fotos en las redes son una forma moderna de expresar los gustos y que es una acción que está lejos de ser morbosa.
“Con las fotos rendimos un culto a la comida o platillo que estamos comiendo y creo que los que la ven, se les despierta la curiosidad por ir a conocer un buen restaurante”, afirma.
En ese sentido, recuerda que la comida siempre ha entrado primero por la vista y que por eso, al ver estas fotografías en las redes más que producir saciedad son una invitación a ir a comer algo rico.
Ahora, también existen opiniones contrarias y se dice que existen restaurantes donde están prohibiendo usar los teléfonos en las mesas, y ya no solo para no distraerse del banquete sino que definitivamente, porque tomar una foto del plato antes de probarlo está interdicto. ¿Muy grave, o no?