Un 53% de los chilenos que sostienen un estilo de vida más saludable tiene un alto nivel de salud mental positiva o bienestar psicosocial, el 39% se encuentra en un rango moderado, y sólo el 8% reporta un bajo nivel de salud mental positiva.
Los datos fueron arrojados por el cuarto reporte del programa “Aliméntate Sano” de la Universidad Católica y la Fundación Banmédica y que en esta oportunidad recogió la información en una encuesta online.
El trabajo señala también que existe una correlación entre la edad y la salud mental positiva, ya que las personas mayores tienen mejores índices en este indicador.
Por ejemplo, en el tramo de 20 a 29 años, el 46% de las personas tiene alta salud mental positiva; porcentaje que aumenta a 49% en las personas entre los 40 y 49 años, y llega hasta un 68% en el grupo de personas mayores de 60 años.
Una de las cifras más llamativas de este reporte, elaborado en base a encuestas realizadas a 1.750 personas usuarias de “Aliméntate Sano”, entre enero y octubre de 2013, es la estrecha correlación que existe entre bienestar psicosocial -medido por el test de salud mental positiva- y hábitos de vida saludables.
El estudio demuestra que entre las personas que tienen un excelente estilo de vida global -incluyendo buena alimentación, actividad física adecuada y ausencia de hábito tabáquico-, un 81% goza de un alto nivel salud mental positiva; y sólo un 2% tiene un bajo nivel de salud mental negativa.
En contraste, entre quienes poseen un estilo de vida muy poco saludable, sólo un 43% se encuentra en el rango alto de bienestar psicosocial; y el porcentaje de individuos con un bajo nivel salud mental positiva aumenta 9 veces, hasta un 18%.
Por otro lado, el optimismo y la vitalidad subjetiva también se asociaron al consumo de una alimentación más saludable y a la práctica de actividad física. La ausencia de tabaquismo sólo se relacionó a mayor vitalidad subjetiva, pero no a mayor optimismo.
“La buena noticia es que el bienestar psicológico se puede cultivar a través de actividades simples y concretas que se practican con atención y regularidad como dar gracias; valorar y utilizar nuestros talentos; vivir el presente, sin culparnos por el pasado o angustiarnos por el futuro; y cultivar buenas relaciones sociales. Acciones como éstas podrían ayudarnos a mantener o adquirir estilos de vida más saludables”, sostiene la psicóloga Nuria Pedrals, Sub-Directora de Desarrollo de la Dirección de Personal de la Universidad Católica.
Al dar a conocer el estudio, el chef Carlo von Mühlenbrock, dio una serie de consejos que pueden asegurar un estilo de vida más saludable. Entre ellos está las ganas y convicción de querer hacer un cambio en los hábitos de alimentación.
Para ello hay que hacer una planificación semanal de las comidas y seleccionar los alimentos adecuados, o sea, preferir pescados, mariscos, y productos de temporada. También comprar verduras y frutas en ferias libres y cocinar en familia.
Sumó de preferencia utilizar el horno o cocinar al vapor, poner el acento en los niños lo que implica porciones adecuadas a su edad; comer siempre acompañado, después de apagar la televisión y dejar de lado el celular cuando se sienten a la mesa. Por último, no utilizar la comida como moneda de cambio.