Después de que sus dos abuelas fallecieran por el cáncer, Trevor solo podía asociar la enfermedad con la muerte. Por eso, cuando este niño de solo 9 años supo que padecía el mal, temió lo peor.
“El 16 de diciembre se realizó la biopsia. Trevor fue diagnosticado con cáncer de próstata; rabdomiosarcoma para ser más precisa”, explicó su mamá en una carta escrita en la
página de Facebook que creó para recaudar fondos para los gastos médicos que su familia deberá solventar para salvar la vida del menor de sus tres hijos.
No ha sido fácil. Según señala en la misiva, “Trevor se someterá a 42 semanas de quimio y radioterapia. Probablemente necesitará otra cirugía (ya lleva dos)”, y todos los planes como construir la casa soñada en su ciudad de Oklahoma, y ahorrar para la universidad de sus hijos, se vieron bastante truncados hasta que él recupere su salud. Pese a todo, Zona Storie, la madre de Trevor, aseguró a la prensa local que lo peor, sin duda, ha sido contarle al menor que padecía cáncer.
“Estábamos complicados pensando en cómo se lo íbamos a decir (…) Cuando le dijimos lo que tenía, se derrumbó porque creía que no iba a poder superarlo”,
dijo Zona a ABC News, agregando que si no hubiera sido por el equipo de asistentes sociales del hospital donde el menor se atiende, las cosas habrían sido mucho más difíciles. “Ellos le explicaron qué iban a hacer, cómo lo iban a hacer y que su enfermedad era curable… De verdad que eso marcó una gran diferencia”, aseguró la madre.
Hijo mío, tienes cáncer
¿Se le debe decir a un niño que padece esta enfermedad? ¿Cómo explicarle la situación para que no viva asustado? ¿Se debe llamar el mal por su nombre delante de él? Son muchas las preguntas que aparecen en la mente de un papá, además de los temores propios de tener un hijo con cáncer.
“Quizás quieras proteger a tu hijo, pero los niños suelen saber cuando algo anda mal (…) Además, saber que no le estás diciendo la verdad desilusionará al niño. Tu hijo depende de ti para tener respuestas honestas”, aseguran en el
Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Allí aseguran que decirle a un menor la verdad, baja los niveles de estrés que acompañan una enfermedad tan grave como el cáncer. Asimismo, explican que “los niños a los que no les hablan de su enfermedad, a menudo imaginan cosas que no son ciertas. Por ejemplo, un niño puede pensar que tiene cáncer como castigo de algo que hizo mal”. Por esto, y basándose en testimonios de otros padres, recomiendan hablar claramente con un hijo tan pronto como se sepa el diagnóstico, y ojalá, antes de que comience el duro tratamiento.
En el instituto advierten que la manera de hablar con el menor dependerá de su edad. Sin embargo, la honestidad y delicadeza, junto con abrir un espacio para que él haga todas las preguntas que quiera, son primordiales.
Antes de los dos años, y debido a que a esa edad no comprenden qué es una enfermedad –y su mayor preocupación es estar sin sus padres-, se aconseja explicarles con sinceridad adónde van, cuando se dirijan al hospital, y que allí deberán hacerle exámenes que quizás le dolerán un poco. “Le puedes decir a tu hijo que los pinchazos de las inyecciones le dolerán un rato y que está bien si quiere llorar. Ser honesto le permite a tu hijo saber que tú entiendes y aceptas sus sentimientos y ayuda que él confíe en ti”.
A medida que el niño crece y tiene más nociones de lo que es estar enfermo, es importante dejarle claro que lo que le sucede no es por un castigo ni que es algo que se contagió, que lamentablemente ni los doctores saben bien por qué se desarrolla el cáncer, pero que gracias a las terapias, aunque sean molestas, podrá sanarse y sentirse mejor. “Sé honesto cuando le expliques los exámenes y tratamientos”, subrayan.
“A menudo, los niños se enteran de familiares o amigos que murieron de cáncer. Como resultado, muchos tienen miedo de preguntar si se mejorarán, porque tienen miedo de que la respuesta sea ‘no’. Por lo tanto, debieras decirle que el cáncer es una enfermedad grave, pero que el tratamiento –como la medicina, la radiación o una operación- ha ayudado a otros niños a mejorarse del cáncer, y que los doctores y enfermeras están haciendo todo lo que pueden para curarlo a él también”, señalaron.