“Duele tanto que no puedo comer cosas sólidas”, aseguró Wi May Nava, ante el asombro de los televidentes que veían su particular manera de mantener la forma.
Nava, una de las más populares en el reality de su país -“Todo por la corona”- para elegir a la nueva Miss Venezuela, apareció en el programa británico “
Extreme Beauty Queens: Secrets of South America”, del canal BBC3 en el que se mostró la dura rutina de las bellas aspirantes a la corona venezolana.
Allí, Nava no tuvo reparos en comentar que además de haberse gastado ya 7 mil dólares en una rinoplastia e implantes mamarios, había invertido más dinero para que cosieran en un su boca una “malla adelgazante lingual”, hecha de un duro plástico que le obliga, debido al dolor, a evitar los alimentos sólidos.
“Me hace perder peso rápidamente. Comes lo mismo, pero en forma licuada”, comentó la joven de 18 años. “Quiero ser reconocida, que la gente sepa que las personas de los barrios pobres sí pueden tener éxito”, agregó la mujer, procedente de Santa Cruz (Caracas), en el espacio británico, explicando las grandes sumas de dinero que ha invertido para ganar. Pero si bien el programa fue transmitido hace unas semanas, el reality en el que Nava participó, finalizó en octubre del año pasado, sin llevarse ella el primer lugar.
La “malla adelgazante lingual” de Nava es un procedimiento que viene publicitándose desde el año 2011, aunque no por eso dejó de asombrar a quienes vieron el objeto de plástico adherido a su lengua, a través de la televisión británica hace unas semanas.
Su creación se le atribuye al
doctor Nikolas Chugay, un cirujano de Beverly Hills que ya el año 2009 comenzó a coser estos objetos, parecidos a los que se utilizan para tratar las hernias, en las lenguas de sus pacientes.
Según él mismo ha informado a través de su sitio web, la malla debe ser usada por los pacientes por un período de un mes, tiempo suficiente para perder más de 10 kilos, ya que debido a las dolorosas molestias que ésta ocasiona al alimentarse, las personas solo pueden consumir cerca de 800 calorías al día. Por otro lado, con un periodo más extenso utilizándola, se puede correr el riesgo de que la lengua cicatrice y la malla se termine reabsorbiendo.
A esto, se le suman otros inconvenientes, como la dificultar al hablar y el exceso de salivación.
Como ya
publicó con anterioridad La Segunda, este procedimiento, que se ha popularizado en EE.UU., con un costo de alrededor de 2 mil dólares, ya se viene practicando en Chile, donde es posible realizarlo tras desembolsar cerca de 800 mil pesos, pese a que no es una alternativa recomendada por los expertos.
La malla es ofrecida en el país como un “tratamiento del sobrepeso y la obesidad”.