PANK, las tías "neosolteronas" que lo dan todo por los niños

Están muy lejos de tener esa imagen de la tía solterona amargada que deja marcas de lápiz labial en la mejilla. Ahora son las tías choras y buena onda que malcrían y les hacen regalos costosos a sus sobrinos incitando al consumo de productos para niños como ropa, juguetes, parques de diversiones, restaurantes e incluso vacaciones.

Las PANK (Professional Aunt No Kids / Tías profesionales sin hijos) son mujeres que tienen una conexión especial con un niño que no es su hijo. Pueden ser tías, madrinas, primas, vecinas o amigas de la mamá. Da lo mismo el parentesco con el menor, ya que lo que la hace ser una súper tía es la estrecha relación entre ambos.

La empresa estadounidense de relaciones públicas, Weber Shandwick, en conjunto con Savyy Auntie y KRC Research, realizaron un estudio y confirmaron que las PANK son un grupo demográfico de gran atractivo para el comercio debido a su influencia dinámica y estilo de vida conectado digitalmente con el mercado.

Según el estudio, las mujeres PANK (término acuñado por sociólogos) son una parte considerable de la población. De hecho, arrojó que 1 de cada 5 mujeres norteamericanas era una “tía profesional sin hijos”, es decir, 23 millones de americanas.

Pero estas mujeres no sólo son más felices, sino también más gastadoras. Al año, en conjunto, gastan unos 9.000 millones de dólares y por separado, un promedio de 387 dólares (unos 200 mil pesos chilenos) por niño.

De aquellas mujeres que tienen hijos, un 8% tiene niños cercanos en su vida, pero no tienen un rol importante en ella. El 13% no tiene niños en su vida y el 19% tiene un pequeño que juega un rol importante en su vida, considerándose una PANK.

Por el contrario, de las mujeres que tienen hijos, un 34% son madres y un 26% abuelas.

Pero además de malcriar a los sobrinos, estas tías “neosolteras” se definen como un apoyo para la madre, desde lo emocional a lo económico, están muy pendientes de lo que pasa en la vida del pequeño y de detectar conductas o situaciones de riesgo. “Es como ser mamás en equipo”, dicen en su página web.

Del total de PANK que se encuestaron, un 34% trabajan tiempo completo y la misma cifra tiene un ingreso doméstico anual de 50 mil dólares. El 52% de ellas son solteras y nunca se han casado.

La empresa a cargo de la investigación identificó 14 razones de peso para ser PANK:

1. Las mujeres PANK son una parte considerable de la población.

2. Tienen un atractivo estilo de vida.

3. Gastan dinero en los niños y son un soporte económico para los padres.

4. Ejercen influencia en los niños tanto como sus padres.

5. Son felices teniendo el rol de PANK.

6. Están bien conectadas con los sobrinos.

7. Son ávidas para compartir información.

8. Son influyentes en las decisiones de los chicos.

9.Son estudiosas sobre las cosas que quieren/necesitan los sobrinos.

10.Son influenciables.

11. Son dedicados casi como padres, pero tienen una gran vida social.

12.Se interesan por programas que ayudan a acercarlo a los niños.

13. Están en todas partes.

14. Están por encima de la curva de consumo de medios en línea (aman internet).

PANK de tomo y lomo

Elizabeth Gilbert, autora de “Comer, Rezar, Amar”, escribió en su libro “Comprometida” que “las tías comparten una misión más transcendente: la de ser un sostén afectivo, tanto para las madres en su crianza, como para los niños en su crecimiento. Mi trabajo no es tan sólo malcriar y disfrutar de mi sobrina y de mi sobrino (aunque asumo esa misión al pie de la letra) sino también el de ser una tía a disposición del mundo -una tía embajadora- capaz de brindar una mano, allí donde se necesita ayuda, en cualquier familia".

Jennifer Aniston es una de las famosas reconocidas como PANK. Es madrina de Coco Arquette, hija de su mejor amiga y compañera en la serie Friends, Courtney Cox, y en alguna oportunidad dijo a la prensa que aunque no tuviera hijos tendría “dotes como madre o al menos como tía”.

En Chile también encontramos este tipo de tías: Karen, de 32 años, se considera fanática de Felipe. Aunque tiene varios hijos de primos que los considera como sobrinos, el hijo de su hermana “le robó el corazón”. Se da el tiempo de hacer cosas con él como jugar, conversar o ver tele y al menos una vez al mes lo lleva a comer “algo rico”.

Pretende ser mamá algún día, pero sí está muy pendiente de Felipe. “Tengo hasta una silla para el auto porque cuando sus papás no lo pueden ir a buscar al jardín o llevar al doctor yo me hago cargo de esas cosas sin problemas”, cuenta.

Es malcriadora y gasta mucho dinero en él. Todo lo que Felipe le pide se lo da. “Me da lo mismo gastar plata en él porque su carita de felicidad lo compensa todo. Pero si no le puedo comprar algo no hace pataletas y entiende perfecto un “no”, aunque se lo digo bien poco”, agrega.

“Lo tengo que ver al menos dos veces por semana. Cuando pasan muchos días de verdad que lo echo de menos”.