En épocas antiguas, los glúteos representaban junto al abdomen y el busto, el trío de la fertilidad. Si estas tres partes del cuerpo femenino eran voluminosos, se consideraba que el cuerpo de una mujer era fértil. Una explicación para esto es que los glúteos contienen una buena reserva de grasa, lo que sin duda era garantía de sobrevivencia para una madre y su recién nacido.
Somos los humanos los que poseemos los músculos de los glúteos más desarrollados de entre todas las especies y esto se da por el esfuerzo de los tres músculos que lo conforman los que ayudan no solo a conseguir la posición levantada que caracteriza a la especie humana, sino que también permite poder caminar de forma erguida sin perder la postura.
Con la evolución de la sociedad, la condición de fertilidad se ha ido apaciguando para dar paso a un significado más erótico y sensual. Las mujeres poseen un glúteo más bien redondeado gracias a la distribución del tejido adiposo que le da esa seductora forma. Lamentablemente, ante pequeños trastornos circulatorios locales o desequilibrios en el tejido, se produce una gran malla irregular llena de depresiones y celulitis, que sin duda es un poderoso enemigo de la juventud y belleza de esta zona.
En el caso de los hombres, el glúteo tiene un diseño más cuadrado, con menos tejido adiposo. Por otro lado, se reconoce que un glúteo musculoso y marcado es atractivo, y se le asocia a la fuerza y a la protección, lo que sin duda es tremendamente excitante para ellas.
También existen otras condiciones que son capaces de restar belleza a los glúteos. Por ejemplo, con los primeros signos de vejez en el rostro, se puede notar flacidez y exceso de piel en los glúteos, lo que da como resultado una acumulación de piel sobrante en la parte baja perdiendo la definición de sus límites y contornos, así como el pliegue inferior. Si a esto agregamos la pérdida de volumen por falta de actividad física, tendemos un aspecto mustio en que queda claro que la juventud y belleza quedó atrás.
Si se pretende un rejuvenecimiento corporal global, la reposición del volumen del glúteo es esencial y hoy en día se puede conseguir con una apropiado auto injerto de adipositos extraídos de otra parte del cuerpo, y enriquecerlos con células madres para mejorar su sobrevivencia y resultados a largo plazo. En el caso de mujeres muy delgadas que no cuentan con adipositos suficientes para extraer, existe la posibilidad de un implante de gran calidad y resistencia que permite realizar todo tipo de actividades, incluso ejercicio, sin tener que preocuparse de la integridad del implante.
Unos de los inconvenientes en este tipo de cirugías es su alto costo, ya que requiere de altas condiciones técnicas en quirófano lo que dispara los valores en relación a otras técnicas y productos que se hacen llamar milagrosos y que se encuentran presente en Latinoamérica. Son de tan fácil aplicación y accesibilidad que incluso, la ilusionada incauta, por no llamarle victima aún, se lo aplica o realiza en su casa o hasta en la oficina, sin saber que estas sustancias de origen plástico y consistencia gelatinosoa son altamente dañinas y peligrosas para la salud, y que muestran su peor lado años después de la aplicación.
Para concluir, el mejor consejo que se puede dar para presumir de unos glúteos jóvenes y bellos, es cuidarlos y la manera más efectiva y simple es con el ejercicio duro y puro. Si a pesar de este esfuerzo y por razones genéticas no se logran los resultados esperados, se puede usar alguna de las alternativas que ya comentamos, pero asegurando siempre un mínino de riesgo y una apropiada duración a largo plazo, para así poder disfrutar de una ¡mente sana, glúteo sano!
Saludos, doctor Héctor Valdés.