Invitan a dejarse llevar por las fantasías y revelan las preferencias de las mujeres en la cama

Son “confesiones sinceras, sorprendentes, escandalosas y tiernas a la vez”. Así se resume el libro “Ellas tan bellas… Fantasías eróticas de mujeres decentes”, en el que los españoles Anselmo J. García Curado y Germán Funes Shanchís revelan los dos años en los que se dedicaron a investigar cómo y qué imaginan ellas en sus deseos más íntimos.

Después de someter a un cuestionario a 600 mujeres, entre españolas y latinoamericanas, acerca de sus fantasías y vivencias sexuales, los autores aseguran haber llegado a una buena aproximación de cómo funciona el cerebro femenino en materia sexual, y haberse topado con más de una sorpresa.

 “Con la edad parece aumentar la capacidad de inventiva. A mayor experiencia vivida, mayor capacidad imaginativa e incluso mayor ‘perversidad’. Las respuestas de las mujeres maduras fueron de un mayor contenido erótico que las más jóvenes que apostaban por ideas más estereotipadas”, señalaron.

Asimismo, aseguraron que todas, a excepción de una mujer encuestada, confesaron tener fantasías sexuales, y que además, un número elevado de ellas las llevó a cabo. De estas, las que a primera vista se veían más recatadas, con pareja fija, “parecen albergar un tremendo caudal imaginativo”, a diferencia de las más “lanzadas”. De hecho, temas como las creencias religiosas no generaron algún tipo de culpa al respecto, según García y Funes.

 “Las fantasías de cada persona son exclusivamente propiedad de cada una y estos pensamientos liberan tensiones, proporcionan placer y son recurso inagotable en aras de una sexualidad libre. La existencia y realización de las fantasías tienden a mejorar la autoestima de las personas y a liberarlas de complejos destructivos, aumentando su salud mental y contribuyendo a facilitar una vida de pareja estable y gratificante”, explicaron, defendiendo la existencia de la imaginación erótica.

Pero, sin duda, otro elemento que llama la atención del texto es la revelación de algunas de las fantasías que contaron las mujeres entrevistadas. Entre algunas –de las menos subidas de tono- están:

-“Hacer el amor con mi marido en la cama de mis suegros”.

-“Viajar en el Orient-Express y tener relaciones en uno de esos lujosos vagones aprovechando el tra-ca-tra del tren”.

-“En un hotel de Venecia. Abrir la ventana y ver los canales. Esa escena de por sí ya me excita”.

-“Volar mi pareja y yo, cual pájaros mientras copulamos”.

En cuanto a los lugares, se mencionan un motel “de mala muerte, que sea oscuro y sucio”; “un velero”, “una casa en la montaña”, el capó de un auto, y un lugar público, donde en ese minuto no hubiera nadie.

La ropa, otro elemento que puede ayudar a subir la libido, también fue un tema abordado. Sin embargo, “el desnudo es el ‘atuendo’ más elegido o preferido por las mujeres para sus amantes en un 20%”.

Con respecto a las prendas, existen algunas que se llevan también los votos, sobre todo si se trata de ropa interior, siendo los bóxers los que se atrajeron la mayoría de las preferencias femeninas. “Que sean ajustados es la condición”,  y que ojalá, sean con tonos negros o grises, explican.

Asimismo, los jeans ajustados también parecen estar en los favoritos de las mujeres, mientras que un 23% dijo que le daba lo mismo la ropa, “siempre y cuando vaya limpio, afeitadito, arregladito o presentable”.
Otras de las respuestas fueron:

-“Con cualquier (calzoncillo) que no sea de estampado de tigre”.

-“Con traje oscuro sin corbata”.

-“Con pantalones vaqueros (jeans), cinturón y nada más. ¡Sin zapatos!”.

-“Traje y cortaba con gafas oscuras tipo mafioso o con uniforme militar con muchos galones o medallas”.

-“De cualquier forma excepto con pijama que es anti erótico. El pijama me recuerda a mi abuelo”.

Dato aparte: Un 50% dijo que detesta que su pareja se quede con los calcetines puestos, mientras que un 18% aseguró que eso les gusta más.