“Hoy en día, los padres a menudo sienten una necesidad tan fuerte de ser el mejor amigo de sus hijos, que olvidan cómo ser padres”, critica la doctora Logan Levkoff, sobre la forma de enfrentar la paternidad de algunos padres de hoy en día.
Confundidos de si darle en el gusto a los hijos con celulares, ropa a la moda y el uso de las redes sociales, algunos papás no saben si esas son formas de entregar cariño o trampas en las que los niños pudieran salir perjudicados.
Levkoff, junto a su colega en temas de salud femenina, la doctora Jennifer Wider, hablan de esto en su libro “Got Teens: The Doctor Moms’ Guide to Sexuality, Social Media and Other Adolescent Realities” (¿Tienes adolescentes? La guía de madres doctoras para la sexualidad, medios sociales y otras realidades adolescentes), publicado en febrero, y donde advierten a los papás acerca de los peligros de ser un padre “buena onda”.
“Entrevistamos a un grupo de padres que eran reacios a tomar decisiones impopulares (con sus hijos), porque les preocupaba que ellos se molestaran (…) Algunas mamás habían comprado a regañadientes shorts muy cortos a sus hijas e incluso sostenes con push-up porque ‘eso es lo que todas están usando’”, aseguró Levkoff, en una columna acerca del libro, en
Fox News.
Allí, la doctora aseguró que entre las preguntas más frecuentes que escucha de los papás, es cuándo deben tener la temida conversación acerca de sexo. A ellos, Levkoff aseguró que no debe haber solo una conversación, sino que un diálogo continuo que comienza temprano, por mucha ansiedad que provoque el hablar con un hijo acerca de temas que a veces se quieren evitar a toda costa.
“Estudio tras estudio sugiere que una buena, honesta y comunicación abierta entre padres e hijos influye positivamente en la capacidad del niño para tomar decisiones responsables”, comentó.
Por su parte, Wider, en entrevista con el blog para madres
Mommyish, reafirmó esta postura, llamando la atención a aquellos papás que sin tapujos admiten que les cuesta tanto hablar de sexo con sus hijos que prefieren que “otra persona”, un pediatra, por ejemplo, sea el encargado de aclarar las dudas naturales que van surgiendo en un menor.
Pero ahí no acaban las complicaciones. Otro tema es el uso de los celulares y redes sociales, con toda la exposición que ello conlleva. “No creemos que tú o tus hijos deban tomarse esto de forma ligera”, dice Levkoff.
Para la doctora, deben existir reglas básicas mientras se enseña a un adolescente a tomar buenas decisiones y no caer en trampas como tomarse fotografías íntimas o dar información personal a alguien que creen, es confiable.
Es por esto que Levkoff asegura que es primordial manejar las contraseñas de los hijos y firmar literalmente un contrato con ellos, en los que se especifique cosas como no tomar fotos comprometedoras de ellos o de sus amigos o no chatear en la mesa.
Ante esto, es importante dar el ejemplo, y demostrarles a los menores que las relaciones entre las personas no pasan a través de una pantalla, entre textos, emoticones o “likes” de Facebook, sino que cara a cara.
“Una de las cosas que se discuten en el libro es la pérdida de las habilidades interpersonales que muchos padres sienten que sus hijos están experimentando. (Pero) mientras escribíamos el libro, comencé a notar la falta de comunicación que hay entre la familia. Salen a comer y mientras debería haber una conversación, tienen en cambio una sesión de chateo cada uno por su lado”, comentó al respecto Wider.
Vestir acorde a la edad y puntoLa moda es un asunto que desde muy temprana edad comienza a interesar a las niñas, y las ayuda en su búsqueda de expresarse y buscar una imagen propia, al menos superficialmente. “Pero cuando tienes 11, 12, 13 años, vestir ropa ‘sexy’, antes de que incluso sepas lo que es ‘sexy’, no es sano”, dijo Wider.
En cambio, se debe prestar atención a la llegada que tiene la publicidad y los medios de comunicación o redes sociales con las adolescentes, quienes no sabrán que existe un “wonderbra” o la nueva versión de micro mini, hasta que lo vean allí.
“Nuestro trabajo como padres es inculcar el sentido de autoestima en nuestras hijas, para que sepan que su valor como personas no recae en sus pechos, muslos o traseros”, recalcó Wider.
Asimismo, Levkoff declaró que espera motivar a los papás para que se guíen más por sus instintos y sus propios valores al criar a sus hijos, en vez de dejarse llevar por las tendencias que, se cree, dictan la norma actualmente, en un mundo de internet y smartphones.