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Mañana hay que vestir la ropa al revés en recuerdo de quienes mueren al producirla

El Fashion Revolution Day recuerda el derrumbe de un edificio en Bangladesh donde murieron más de mil trabajadores.

23 de Abril de 2014 | 09:02 | Emol/DPA
El 24 de abril del año pasado un edificio se desplomó en el centro de Bangladesh, el Rana Plaza, y mil 133 trabajadores, casi todos informales, murieron.

Todos trabajaban en cinco fábricas textiles reunidas ahí y las más de 3 mil personas que se encontraban ahí laboraban en muy malas condiciones.

El terrible derrumbe mostró una realidad oculta e hizo que miles de voces se levantaron para protestar por lo que se escondía en estas formas de producción.

Desde entonces, centenares de consumidores de diversas marcas de ropa reclaman por una confección de piedras cumpliendo con exigentes estándares, donde no sólo se proteja la vida de los trabajadores, sino que también el medio ambiente.

Mañana se celebrará el Fashion Revolution Day en conmemoración de esos mil trabajadores que murieron y esto se hará portando la ropa al revés de manera que se pueda ver la etiqueta de la vestimenta.

El movimiento Fashion Revolution tiene su origen en la propuesta de la diseñadora inglesa Carry Somers, una de las pioneras en moda sustentable y que decidió junto a artistas, ONGs y académicos promover una confección ética de la ropa.

A este Revolution Day se han sumado más de 52 países y tiene como slegan “¿Quién hace tu ropa?” de manera que todos se cuestionen si el proceso preserva la integridad de sus trabajadores. Los promotores piden que la gente al vestir la etiqueta a la vista, se fotografien y las suban a las redes sociales.

Acuerdo téxtil

 La catástrofe del edificio Rana Plaza hace un año, en la que murieron más de 1.100 personas, tuvo un efecto que puede ser decisivo en el futuro de Bangladesh: el acuerdo sobre incendios y medidas se seguridad firmado entre las fábricas y sus clientes, aseguró hoy a DPA el asesor empresarial Sean Ansett.

El acuerdo no sólo se refiere a las fábricas en sí, sino que también incluye el derecho de los trabajadores a tener voz y voto, subrayó Ansett en vísperas del primer anivesario de la tragedia, ocurrida el 24 de abril de 2013. Ansett es asesor empresarial para cuestiones de sostenibilidad y ex gestor del pacto.

"En muchas fábricas es la primera vez que hay comités de seguridad formados por trabajadores y gerentes". Lamentablemente, muy pocos consumidores preguntan a las marcas de ropa dónde se producen sus prendas, indicó Ansett.

Aunque "hay una mayor conciencia sobre la problemática", que él sepa no existe ni un solo estudio que haya podido demostrar claramente que los compradores estén dispuestos a pagar más por productos en los que se garantice que han sido elaborados siguiendo normas éticas.

El convenio, que fue firmado por más de 150 cadenas, la mayoría europeas, impidió también que las empresas textiles abandonaran Bangladesh en busca de otros países donde producir, señala Ansett.

"Sin el acuerdo no habría habido confianza. Porque nadie hubiese sabido si iba a producirse cualquier día otro derrumbe". 

La mayoría de las víctimas del derrumbe eran mujeres, que trabajaban en cinco fábricas cosiendo ropa, en su mayoría para Europa y Estados Unidos. En los días, semanas y meses tras el derrumbe, compañeras indignadas de las víctimas salieron a las calles para exigir que se castigara a los culpables.

Miles de fábricas textiles se vieron obligadas a cerrar varias veces por las protestas. La catástrofe no fue ni de lejos la única en ese país del sudeste asiático, donde son frecuentes los accidentes y los incendios por falta de controles. Finalmente se propuso el acuerdo sobre medidas de seguridad, aunque no ha sido firmado por todos los implicados.
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