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Es desgarrador, pero la vida de Andrew Hickie está llegando a su fin. El cáncer a la piel que tiene es terminal y ahora le quedan pocos meses de vida.
Pero su entusiasmo y el querer dejar la menor carga a su familia, lo ha llevado a aprovechar cada segundo de su vida. Tanto así que ha organizado su funeral, reservando una sepultura y está haciendo cajas con recuerdos para sus hijos de 6 y 4 años de edad.
Es que Andrew Hickie, de 42 años, no se rinde. Su optimismo y rebeldía frente a la enfermedad hacen que su visión de la vida haya cambiado a pesar de lo devastador que ha sido el desarrollado de su enfermedad.
Por eso, sus últimos años se han vuelto casi frenéticos. Después de haber ido al doctor por una ampolla inocua en el dedo del pie descubrieron que era un melanoma y lo peor, es que se había extendido por todo el cuerpo.
Sin embargo, el padre de James y Alexandra, tiene la esperanza de recibir un medicamento que prolongar su vida. Pero la situación está difícil, el Ipilimubab cuesta cerca de los US 120.000. Su historia la quiso dar a conocer a la prensa inglesa para ayudar a la concientización de los peligros que representa el cáncer a la piel.
Uno de los más feroces que si se detecta a tiempo es curable. Si se extiende, corre el riesgo que hasta la quimioterapia tenga poco efecto.
“Sigo siendo muy positivo sobre el tiempo que me queda por delante y quiero disfrutar de cada día. Solo que mi tristeza principal es que voy a extrañar a mi familia, porque no voy a poder caminar con mi hija por el pasillo ni ver a mi hijo convertido en un hombre”, comentó al diario inglés The Mirror.
Una pesadilla
Todo comenzó en agosto de 2012 cuando los médicos del Newcastle Royal Victoria Infirmary retiraron el tumor y como resultado perdió dos dedos del pie. Todo iba bien… continuó con chequeos regulares pero luego de 10 meses, justo cuando fue ascendido a director de servicio para el crecimiento económico y la vivienda del Consejo de Gateshead, se encontró con un bulto en la ingle.
Nuevamente fue al doctor y tras una tomografía, le dieron la triste noticia. El cáncer se había extendido a su abdomen, pulmón derecho y algunos ganglios linfáticos.
No se desanimó y su lucha continuó. Fue sometido a una nueva operación para extirpar las glándulas linfáticas de la ingle izquierda, pero descubrieron que el cáncer se había extendido a su cráneo y hacia el tejido blando detrás de su ojo izquierdo, perdiendo el 95 % de la visión en un ojo.
Ya no había vuelta atrás. Dada la gravedad del caso, Hickie ingresó a un ensayo clínico de la Unidad de Robson Bobby Sir del Newcastle Royal Victoria Infirmary, pero al poco tiempo fue retirado del programa, ya que su cuerpo no respondió al tratamiento.
“No le he podido decirles a mis hijos lo que está pasando, me duele que no voy a verlos crecer y seguramente, no viviré hasta sus 10 años. Pero me siento contento con el apoyo y la bondad humana que cientos de personas me han mostrado hacia mí y mi familia”, comentó.
Últimos deseos
Andrew Hickie no se detiene y decidió realizar los preparativos funerarios y fabricar cajas de memoria para sus hijos. “Creo que va a ser muy difícil para mi esposa hacer estas cosas porque quiero que para ella sea lo más fácil enfrentar mi muerte”, agregó.
Pero eso no es todo. Insiste en seguir haciendo planes con su familia. Por ejemplo, quiere ir a ver a su equipo favorito de fútbol, Arsenal que jugará en la final de la Copa FA en el estadio de Wembley, celebrar su noveno aniversario de bodas el 28 de mayo, y ver su esposa cumplir sus 40 años, el próximo 5 de julio.
“Sé que el final está cerca, y a pesar de todo, me siento muy orgulloso de haber sido parte de los años de formación de mis hijos, ya que creo que la niñez es una etapa muy importante. Incluso, el poder haber visto cómo han crecido hasta ahora me llena de alegría”, confesó.
La desgarradora historia fue difundida por la prensa inglesa, como parte de un llamado de atención, frente a los riesgos que presenta la severidad del cáncer a la piel.
Por eso, la recomendación es estar atentos a los nuevos lunares, pecas o manchas de la piel que cambian de color en forma repentina, y sobre todo, a los lunares asimétricos o de bordes irregulares que tengan un diámetro mayor a 6 mm.
Aunque también deberá ir a una consulta médica, cuando los lunares o manchas piquen, sangren o se produzcan heridas que no cicatricen.