La historia genera rabia e indignación. Según informan distintos medios de prensa, la cadena de KFC está investigando una denuncia presentada por los familiares de una pequeña niña que fue obligada a dejar un local en Jackson, Estados Unidos.
Los hechos afectaron a una pequeña de sólo tres años llamada Victoria Wilcher, quien el pasado mes de abril perdió su ojo derecho y quedó con cicatrices en el rostro, luego de que fuera atacada por tres perros pitbull propiedad de su abuelo.
La niña había logrado recuperarse e intentaba hacer una vida normal, razón por la cual concurrió a un local de comida rápida. Sin embargo, el pasado 12 de junio, los encargados del lugar conminaron a la familia a abandonar el restorán debido a que su presencia" incomodaba y asustaba" a los demás comensales.
KFC informó que está investigando el caso, el cual está siendo considerado “muy seriamente. Tenemos cero tolerancia para este tipo de acciones hirientes e irrespetuosas hacia nuestros clientes”, dijo un vocero de la cadena. Además, agregó que donarán a la familia 30 mil dólares para ayudarla con los gastos médicos.
Los padres de la pequeña crearon
una página en Facebook para mostrar los pasos de su recuperación, llamar a tomar conciencia sobre estos ataques y denunciar aquellas informaciones que no dicen relación con la niña como una serie de videos que circulan en internet que no son de Victoria.
Los padres, además señalaron que tras la discriminación de la que fue objeto la pequeña en el restorán ella no ha querido volver a mirarse al espejo y se ha deprimido.
La abuela, quien la había llevado a un control con el médico, narró que una vez que salieron del local la pequeña lloró todo el camino a casa porque se sentía muy avergonzada.