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Quedaban dos días para la graduación y los hechos que se sucedieron fueron imprevisibles y sorprendentes.
Violet Burkhart, una estudiante de 17 años de Carolina del Norte, tenía todo listo para ese momento tan especial, pero el día anterior a la ceremonia el colegio la envió de regreso a su casa porque consideraron que el vestido que usaba para ese día de clases no era el adecuado.
La violencia del hecho –un profesor la detuvo en un pasillo y con una regla le midió la falda delante de todos los compañeros- hizo que su madre Amy Redwine tomara cartas en el asunto.
Visiblemente molesta y después de consolar a su hija, resolvió concurrir a la graduación de su hija en el Central Davidosn High School vistiendo la misma polémica tenida que su hija había usado el día anterior y que había sido el origen de la expulsión.
Su forma de apoyarla públicamente fue celebrado por sus compañeros en las redes sociales. “Mucha gente se sorprendió, pero un montón de personas estaban orgullosas de lo que ella hizo” dijo Violet al canal Fox News, quien agregó que se sentía muy orgullosa de su mamá.
“Ella defendió lo que creía era correcto”, afirmó. Violet, quien al ser enviada a su casa, se sintió humillada, aclaró que ese vestido en particular lo había usado en otras oportunidades y no había habido problemas.
“Era el último día de su último año, que se supone debía ser uno de los mejores días para mi hija y ella estaba llorando”, dijo su madre.
Ella agregó que “si pensara que este vestido era inapropiado, nunca habría permitido que se lo pusiera”.