El tema de la explotación laboral de los trabajadores textiles quedó en evidencia crudamente el año pasado, luego de que
se derrumbara un edificio en Bangladesh y murieran cientos de ellos que laboraban en pésimas condiciones.
Muchas marcas de ropa que fabrican sus prendas allá tomaron el compromiso de mejorar las condiciones laborales y también de preservación del medio ambiente. Pero los esfuerzos no han sido asumidos por todos.
Así quedó al descubierto la semana pasada cuando una consumidora inglesa de 25 años, Rebeca Gallagher, compró un vestido en una de las sucursales de Primark, una tienda irlandesa reconocida por sus bajos precios.
Cuál sería su sorpresa cuando al revisar el etiquetado sobre cuidado de la prenda se encontró con otro que decía: “forzados a trabajar horas extenuantes”, un mensaje de auxilio que ella tomó.
Gallagher se dirigió a la empresa y presentó la situación, tal como lo consigna el Daily Mail. Primark le aseguró que nunca habían recibido una denuncia de ese tipo y le pidieron el vestido de vuelta para poder investigar.
Luego, en un comunicado oficial, la marca aseguró que pondrá todos los medios de su parte para mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores, convirtiéndose en uno de las primeras empresas del sector textil del Reino Unido en firmar el Acuerdo para la Seguridad en la Construcción de Bangladesh.