La mamografía en 3D permite diagnosticar muchos más cánceres de mama y reducir la cantidad de diagnósticos equivocados que la radiografía convencional, confirman los resultados de un amplio estudio clínico difundidos el martes.
En comparación con una mamografía en 2D, el exámen digital en 3D por tomosíntesis aumenta en 41% la tasa de detección de los tumores mamarios invasivos y en 29% el diagnóstico de todos los cánceres de mama.
Esta técnica de imagenología tridimensional aprobada por la Agencia estadounidense para el control de los medicamentos (FDA) en 2011, también permitió una disminución de 15% de los diagnósticos equivocados (tanto positivos como negativos), precisan los autores de este estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA).
Esta investigación, la más amplia llevada a cabo hasta ahora sobre la eficacia de esta técnica de diagnóstico, se hizo con cerca de medio millón de mujeres en trece hospitales estadounidenses.
“El estudio confirma lo que ya sabíamos, que con la mamografía en 3D se diagnostican más cánceres invasivos y se evita a las mujeres la ansiedad y el costo de exámenes adicionales para confirmar lo que resulta ser una falsa alarma”, subraya Donna Plecha, directora del servicio de imagenología en el hospital universitario del Case Medical Center à Cleveland (Ohio).
“Sabíamos que las mamografías salvan vidas y este estudio nos da datos sólidos que muestran que la mamografía en 3D brinda un mejor diagnóstico para el cáncer de mama, suficientemente temprano, cuando todavía es tratable”, precisa.
Este sistema que combina mamografía digital e imagenología por tomosíntesis permite obtener imágenes mucho más detalladas y precisas del seno.
Son usadas para recrear imágenes de un milímetro de espesor que pueden ser visualizadas en una reconstrucción de la mama en 3D. No hay mucha diferencia entre este examen y una mamografía convencional, sólo dura unos segundos más.
La 3D permite mejorar el diagnóstico ayudando a los radiólogos a identificar las estructuras de los senos y ver bien las zonas que quedan borrosas con la mamografía en 2D, que pueden revelar un tumor pero también ocultarlo.
El momento en que se descubre un cáncer de mama determina las posibilidades de supervivencia de la paciente, de ahí la importancia que las mujeres de 40 años se hagan una mamografía anual, según ellos.
Si un cáncer es detectado suficientemente temprano y no se extendió más allá del seno, la tasa de supervivencia a cinco años es de 97%, subrayan los autores de este estudio.