¿Preparada para una relación? A lo mejor crees que sí, pero puede que te sientas insegura, ansiosa o exultante.
Aunque puede ser que no lo necesites, revisar algunos aspectos de tu vida pueden allanarte el camino y esos cinco pasos previos son los que te presentamos.
“En la medida que nos aceptemos tal cual somos vamos a poder ser coherentes con nuestras elecciones y no caer en relaciones, donde tenemos que cambiar para gustarle al otro o nos ponemos como camaleones acomodándonos al otro”, propone María Josefina Honorato, psicóloga del
Centro Psicológico Reverie.
Explica que este conocimiento y aceptación de cómo nos gusta ser amados llevaría a optar por alguien que no nos haga daño. Sin embargo, lo esencia sería disfrutar el estar soltero porque las personas llegan sin buscarlas.
“¡Aprovecha ese tiempo y siéntete agradecido por tenerlo! Trabaja en tu salud física y mental de alguna manera que te entretenga. Busca un pasatiempo que te permita socializar con otras personas; en pareja la tendencia es a centrarnos mucho en ella, y al menos en un principio, dejamos de lado la vida social”, alienta.
En el mismo sentido, la terapeuta del Método Rai, Coca Sepúlveda (
coca_sepu@hotmail.com ) insta a crear y conocer el proyecto de vida que queremos tener, qué nos gusta hacer, lo que estamos dispuesto a cambiar.
“Tenemos que estar seguro de la persona que somos para no perdernos en el otro. Ni dejar de lado los sueños que queremos alcanzar, algo que sea propio y nos permita crecer y desarrollarnos en todos los áreas de nuestra vida”, afirma.
El objetivo sería no volver a repetir la elección pasada con personas que solo fomentan nuestras carencias afectivas, creando dependencias y obsesiones poco sanas. Pero también, las especialistas dicen que es importante que uno no vuelva a cometer los mismos errores.
Para hacerlo, María Josefina Honorato plantea que es útil poner atención y recordar las críticas que nos solía hacer la ex pareja, aquellas cosas que nos dolían y defendíamos a pies juntillas.
“Es conveniente ser honestos y revisar cuanto de cierto había en ello, seguramente nuestro ex no estaba inventando solo por molestar y algo de razón debe haber tenido. Veámoslo con la intención de no volver a cometer los mismos errores” aconseja.
¿Qué esperas?Si queremos a alguien que cumpla con un ideal súper estructurado será desastroso, de acuerdo a lo que opina la psicóloga
María Betania Cohen.“Es que desde esa perspectiva pocos son los que se cuestionan lo que deben hacer para lograr ese objetivo”, señala. Pero también será fundamental diferenciar el amor del deseo donde, según la experta, el amor es todo bondad y generosidad, mientras que en el deseo se interpone el ego, y el estar focalizado sólo en uno y sus carencias.
Entonces, cuestiona e invita a preguntarse ¿a quién esperas? ¿buscas a alguien que te valide constantemente y te saque de tu inseguridad, alguien que te mantenga económicamente, alguien que te de seguridad emocional o financiera? ¿estás en el dame o estás dispuesto a entregarte a otro, sin pensar en lo que recibes a cambio?
Sin ánimo de enjuiciar a nadie, la idea es nuevamente ser honesto y no disfrazar la postura con que se “espera” al amor y engañarse con la persona nueva que llega a nuestra vida.
Los 5 pasosLas expertas en relaciones llaman, por tanto, en lugar de centrarse en el juego para atraer a un compañero, en desarrollar en este tiempo de soltería, el trabajo personal, para estar firme, sana y clara cuando se inicia nueva relación. Ahora bien, llegado el momento, la clave será mantenerse en equilibrio, para ello, recomiendan los siguientes pasos. ¡Tome nota!
1. Comprender cómo es su emocionalidad y sexualidad: Aunque para conocerse uno mismo en la sexualidad y la emocionalidad estar en pareja es más potente, porque se recrean emociones del pasado se necesita ser humilde y honesto para verlo como un proceso de crecimiento. Sino, la recomendación es ser realista y no esperar que la nueva pareja sepa de inmediato cómo hacerte feliz, para ello se requiere directamente comunicación. También ayudará tomar conciencia de las reacciones, gustos emocionales y sexuales para reflexionar y saber qué decir al nuevo compañero sobre cómo quieres ser tratado.
2. Estar atenta a lo que el otro dice y hace: No se trata de andar necesariamente con el “freno de mano”, sino que estar abierto a lo que la nueva persona quiere compartir, pero siempre atenta y dándole crédito a la intuición y revisar los detalles que no te cierran, para no dejarlos pasar tan rápidamente. Pero también, no tener expectativas sino que vivir el presente.
3. ¿Sexo de inmediato?: Es algo muy personal. El motivo para posponerlo, si hablamos de alguien que realmente nos interesa, sería para poder dar más espacio a la conversación y el conocerse mutuamente. Esto, antes de entrar en lo que muchas veces puede ser una vorágine sexual típica del primer periodo de relación, la cual nos puede enceguecer. O bien, podría disminuir el interés personal por conocerse en una otra intimidad más esencial y más libre de apegos.
4. Independencia familiar: No se trata de no ver a la familia sino que ser independiente en la toma de decisiones y no andar pidiendo la opinión en todo momento de los progenitores, ni que tampoco ellos se sientan con el derecho de controlar tu vida. Además, significa ser consciente de que lo que queremos lograr es un compañero o compañera de ruta, de igual a igual y no una madre o un padre que nos atienda y cubra las carencias emocionales. Es decir, la autonomía será vital para dirigir la propia vida, de acuerdo a los objetivos, necesidades y emociones trazadas.
5. Si no resulta, vivir nuevas situaciones amorosas: Hay que dejar fluir las relaciones pero siendo conscientes, en todo momento, de qué podemos hacer para que esta relación sea positiva y beneficiosa para mí y mi pareja. Ahora, si no fructificara hay que empujarse para no exiliarse del mundo ni sentir tanta tristeza por haberte atrevido a volver amar. Darse cuenta de que el trabajo personal que hiciste es beneficioso para quedarte parada en lo mejor de ti. Sin olvidar, jamás, que cada nuevo comienzo es parte de tu crecimiento y una excelente instancia para conocerte, seguir avanzando y traspasando en forma positiva y sin miedo, todos los desafíos que se te presentarán en la vida. De ahí, que siempre valga la pena intentarlo.