Generalmente, cuando postean una foto de
Melanie Gaydos, la palabra “fea” acompaña a la imagen. Y eso, Melanie lo sabe. Con todo, esta mujer no se amilana y pese a los pronósticos creados por su entorno, se convirtió en modelo. No sin que eso significara una lucha constante con los estereotipos de belleza de la industria de la moda.
La vida de Melanie no ha sido para nada fácil. Nació con displasia ectodérmica, una enfermedad genética que puede afectar a la piel, el cabello, dientes, uñas y hasta las glándulas sudoríparas.
En el caso de esta modelo, los signos visibles de su enfermedad hicieron que durante muchos años tuviera que lidiar con que la gente se asustara al verla o que asumieran a priori que tenía algún tipo de retraso mental, cosa que no sucede en absoluto.
“Creo que la gente piensa que soy demasiado rara. Muchos (en la industria de la moda) me ven como un tipo de rareza. Eso es un poco complicado”, comentó en una
entrevista dada para el proyecto “What's Underneath” (qué hay debajo), en el que una ex editora de moda y su hija, Elisa Goodkind y Lily Mandelbaum, han llamado a distintos tipos de mujeres para conversar –entre ellas Tallulah Willis, hija de Bruce Willis y Demi Moore-, mientras éstas quedan en ropa interior.
Lejos de aspirar a ser algo erótico, la iniciativa de estas mujeres es explorar el interior de las mujeres, intentando demostrar que la belleza de todas está en lo que son por dentro.
“Nunca tuve un buen ambiente familiar”, comentó Melanie en su entrevista. “Había mucho alcoholismo y abuso”, dijo, explicando que a este escenario se le sumaron las más de 30 cirugías a las que se debió someter y la probabilidad constante de que ella no viviría después de los 18 años.
La mujer, de Connecticut, se mudó a Nueva York, donde entró a una escuela de arte. Casi de inmediato, pasó de pintar a ser la modelo retratada por sus compañeros. Y tras escribirle a un fotógrafo al que admiraba, fue invitada a posar también para él. Al poco tiempo ya había comenzado su carrera como modelo de ropa, e incluso apareció en videos musicales, como en “Mein Herz Brennt”, de los alemanes Rammstein.
Trabajando como maniquí ante la cámara, Melanie dice sentirse cómoda, tras haber hallado un lugar en el que puede ser tal cual es. Sin embargo, la exposición mediática que su trabajo le ha traído, también ha acarreado momentos incómodos, como el que un periódico ruso la incluyera en la lista de las 25 celebridades más feas del mundo.
“Nunca he pensado que soy linda, pero tampoco que soy fea. Para mí, la belleza siempre ha sido un sentimiento o un estado emocional”, explicó, durante la entrevista, reflejando su dulzura y momentos de profunda tristeza. Asimismo, la mujer comentó que incluso ha logrado encontrar bienestar en un aspecto de la vida en el que se sentía “vulnerable”, el amor. Según señaló, su pololo está muy presente en su vida y ha sido importante en su proceso por sentirse cómoda con su apariencia.
“Creo que soy la única persona que podría enfrentar las cosas por las que he pasado, y no le desearía lo que tengo ni lo que he vivido a nadie”, dijo, luego de que le preguntaran si cambiaría su vida por la de alguien más. “Me gusta todo lo que me ha traído hasta donde estoy hoy”, aseguró.