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Ocho lecciones para que aprendas a darles buenos regalos a tus hijos

Más que lo material, un obsequio debe expresar amor y cuidado por parte del adulto.

17 de Septiembre de 2014 | 15:31 | Emol
En una época en que las opciones de regalos infantiles son casi infinitas, a muchos padres les cuesta mucho no caer en el consumismo en festividades como la Navidad, el Día del Niño y los cumpleaños de sus hijos para darles todo lo que ellos quieren, y quedar de alguna manera con sus conciencias tranquilas.

Pero, ¿son las cosas materiales los mejores regalos? En algunos casos sí, sobre todo cuando el regalo tiene un sentido, pero en otros simplemente no, ya que no expresan amor y cuidado por parte del adulto.

"No es malo que los niños reciban regalos", asegura la psicóloga Neva Milicic en su libro "Cuidar y amar. Claves para el bienestar emocional de los hijos" (El Mercurio Aguilar) -un texto que pretende ayudar a los padres a lograr que sus hijos sean felices-, aunque aclara que sí podría llegar a ser negativo si existe una sobredosis de ellos.

"En el mejor de los escenarios, un regalo es una señal de afecto, y así lo viven los niños cuando la familia logra transmitirles lo que significa dar y recibir en una relación", indica. ¿Cómo lograr eso? A continuación, las ocho lecciones que entrega la psicóloga:

1.- Un regalo no es sólo un objeto: "Las muestras de afectos más intangibles también son regalos y generan sentimientos de felicidad", asegura Milicic. En este sentido, una carta, un dibujo, una foto, una llamada o una frase pueden convertirse en un hermoso obsequio. Asimismo, es posible enseñarles que ciertas cosas simples de la vida pueden interpretarse como un regalo, por ejemplo una puesta de sol, un viaje, un nuevo hermano, una visita e incluso la recuperación de alguien que estaba enfermo.

2.- Saber regalar es un arte: la psicóloga sostiene que el saber regalar está estrechamente relacionado con la empatía. "Regalar algo que haga realmente feliz a la persona a quien se regala supone una conexión profunda con ella, una captación de sus necesidades o vincularse con sus gustos e intereses", afirma. Por esta razón, si a tu hijo no le gusta el fútbol, no se te ocurra regalarle una pelota de ese deporte, porque si lo haces le estarás diciendo que estás desconectado con él o que no te preocupan sus intereses.

3.- Ser justos: la creatividad y el cuidado son factores importantes a la hora de hacer un regalo, pero también lo es la justicia, algo que deben tener muy presente los padres separados. "Es frecuente oír quejas de niños cuyos padres se han vuelto a casar que denuncian las diferencias evidentes que se hacen a favor de los hijos de la nueva pareja, especialmente en las familias políticas. Esto, que se hace sin maldad, puede dañar las relaciones familiares", advierte Milicic.

4.- Enseñar a agradecer: los niños deben ser educados y valorar lo que reciben, incluso si el regalo no llena sus expectativas. Pero cumplir con esto no es sólo tarea de ellos, sino que también de los padres, quienes deben ser coherentes cuando les exigen a sus hijos agradecer un presente. "Los padres deben mostrar con el ejemplo una actitud agradecida, valorando lo que reciben sin hacer comentarios negativos, menos delante del niño, y además enseñando a valorar los esfuerzos que hay en la compra de un regalo", explica la psicóloga.

5.- Un regalo es una inversión de tiempo: encontrar el regalo indicado para una persona no es fácil e implica dedicar tiempo a su búsqueda. En el caso de los niños, Milicic plantea que los mejores regalos son los que se conectan con sus intereses como juegos constructivos, cámaras de foto, juegos del laboratorio, juego de mesa, entradas a algún espectáculo, o simplemente un paseo al zoológico o a la playa.

6.- Regalos inolvidables: son aquellos regalos que se recuerdan toda la vida, pero no tienen por qué ser algo material o de alto valor económico. "Una conversación con alguien que uno quiere puede ser el mejor regalo que se puede recibir; un instante en un tren, observando la naturaleza o leyendo un libro junto a alguien muy querido; una ida al cine y compartir después la película con una persona significativa, puede ser para un niño otro regalo que no se olvida", asegura la psicóloga.

7.- No siempre tienen que ser sorpresa: Milicic sostiene que un buen ejercicio de acercamiento es salir con los hijos a comprar juntos sus regalos de cumpleaños. Esto, agrega, es especialmente significativo para los hombres, ya que así se les "instruye" en el arte de regalar y luego, de adultos, no se verán abrumados cuando tienen que hacer por ejemplo un regalo de aniversario. Asimismo, la psicóloga señala que los regalos sorpresa, es decir, aquellos que se entregan sin que haya una razón especial, son buenos para expresar cómo y cuánto se quiere a los niños, pero advierte que deben ser hechos en forma ocasional para no acabar con la sorpresa y terminar mal acostumbrándolos.

8.- El mejor regalo: ¿cuál es? La respuesta es sencilla: "El tiempo que pasamos con ellos sin apuro, disfrutando de toda nuestra atención", concluye Milicic.
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