Es especial para revitalizar el amor en una pareja donde el fuego de la pasión se ha detenido y también para mejorar disfunciones sexuales, según explica el doctor Christian Thomas, director del Centro de la Sexualidad Chile.
Aunque lo mejor, dice, es que enseña a tener la conciencia en el presente y en las sensaciones que te provoca tu compañero y lo que te sucede a ti mientras acaricias.
“Karezza” significa acariciar en italiano y es el nombre del método que difundió la obstetra y feminista norteamericana, Alice Bunker Stockham en 1896, para darle fuerza a una campaña de control de natalidad, satisfacción sexual y por esa época, también para que las mujeres dejaran de usar corsés.
El libro que contiene la propuesta se llama “Karezza, la ética del matrimonio” y su objetivo fue enseñar cómo tener una mejor salud, armonía y logro espiritual a través de las relaciones de parejas.
El gran secreto que reveló Bunker para occidente es que el énfasis de un encuentro sexual debía estar en la proximidad amorosa más que en una apasionada y efímera satisfacción.
Es que para la norteamericana, el orgasmo provoca un desgaste innecesario tanto en el hombre como en la mujer y que por eso, el contacto físico debería estar acompañado de expresiones de cariño en forma tranquila, para luego finalizar en una serena unión de los órganos sexuales.
Desde esa perspectiva, el método sería algo así como una alternativa natural al Viagra para curar la falta de deseo o disfunción sexual al permitir que la energía sexual y amorosa fluya.
De esa manera, “Karezza” generaría una mayor intimidad emocional recomendada no solo para adultos aburridos de su vida sexual sino que para todos aquellos que buscan y quieren algo más que relaciones sexuales cortas.
Sexo tántrico
La visión también sería muy similar a la que promueve el sexo tántrico y el taoísta de oriente, ya que exacerba el placer del tacto suave, una unión más espiritual o “sagrada” y la contención del orgasmo. La idea es abrir el corazón y enviar amor a la pareja. Estar juntos, sintiéndose cercanos, queridos y sin esperar nada más.
“Es una forma de vivir la sexualidad muy interesante porque está conectada con el slow sex o sexo lento, donde se bordea la cima orgásmica y se apela a estar consciente del otro a través de sensaciones de placer y en equilibrio, sin desbarrancarse por la hiper excitación”, explica el doctor Christian Thomas.
En ese sentido, añade que la pareja al no caer en el orgasmo después del encuentro seguiría muy conectado y “prendidos”, lo que estimularía el apego, la cercanía y el deseo. Pero además, al ejercitar esta forma de hacer el amor las personas se liberarían de las trampas que hace la mente en esos cálidos momentos.
“La mente siempre se está anticipando o recordando el pasado y con esta técnica puedes abandonar los pensamientos para poner tu atención en las sensaciones que tienes en el hoy, en el presente y con tu pareja”, detalla.
Tal vez esta sea la opción para salir de la adicción a la pornografía, o para quienes siente que su libido es imparable y que creen que el sexo con amor puede convertirse en una rutina y sin placer.
¿Qué hacer?
Para poner el práctica el método “Karezza”, acá van algunos consejos que publicó el diario El Clarín y que reproducimos para aprenderla y de paso, saber cómo “amar” de otra forma, más simple y más slow.
1. Sonríe sin perder el contacto visual.
2. Mira sólo a los ojos durante varios minutos.
3. Respira profundo y juntos sigan ese mismo ritmo.
4. Acaricia sólo el rostro y torso de tu pareja.
5. Abraza en silencio a tu compañero por varios minutos y hazlo cada día.
6. Dense masajes con la intención de entregar energía amorosa.
7. Escucha los latidos del corazón de tu pareja durante varios minutos.
8. Ejercita el deseo y amplía tus sensaciones al tener contacto físico con tu pareja a través de las manos, boca y genitales sin llegar al orgasmo.
9. Conversa, comparte en la cama con tu pareja antes de dormir. Deja de lado el cansancio, el trabajo y apaga la TV.
10. Descubre la simpleza y la fuerza del amor en cada interacción que tengas con tu compañero.