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Más de dos millones de chilenos están deprimidos según la última encuesta Nacional de Salud, del 2010. La cifra corresponde a un 17% de la población, sin duda, es una tasa elevada.
Muchos logran un tratamiento para poder salir de una situación donde la baja global del ánimo y vitalidad le gana a todos los esfuerzos de una persona por estar bien.
Sin embargo, salir de esto no es fácil, y aunque se cuente con ayuda de medicamentos el camino puede ser largo. Pero no termina con el alta, cuando uno supone encontrarse en una mejor condición psíquica y mental y algunas personas experimentan lo que se conoce los efectos residuales de una depresión.
“Tuve una depresión no muy fuerte cuando me quedé cesante. Fui al psiquiatra y me dio antidepresivos. Cuando volví a trabajar me sentí muy frustrada y me agobiaba fácilmente todas las mañanas con tareas simples, como elegir la ropa que me iba a poner, con todos los mails que tenía que contestar. Además, se me olvidaban las cosas que tenía que hacer, comprar… era espantoso, me sentía súper lesa, torpe y muy lenta. Con el tiempo lo fui superando, me llené de post it y recordatorios, me metí a yoga y también tuve el respaldo de mi familia y amigos, aún así solo pude adquirir un buen rimo y seguridad con el tiempo”, comenta Angélica Suazo, de 32 años.
Los síntomas residuales, como los malestares anímicos que describe esta joven, persisten a pesar de que la persona haya tenido un adecuado tratamiento.
Para el doctor Luis Risco, director de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile, la mayoría de las veces pueden ser síntomas leves o más aislados pero siempre se sienten intensos y afectan la calidad de vida de las personas.
“El problema está en las deficiencias ejecutivas y cognitivas, lo que significa que la depresión aún está activa, estos son por ejemplo, pensar que otros piensan tal cosa de uno, o dificultad para mantener la atención, indispensable para tener un buen rendimiento intelectual”, explica.
Lamentablemente, dice que éstos muchas veces pasan desapercibidos porque el médico no los pregunta o el paciente no los reporta. Es que los síntomas residuales no sanan con el tratamiento recibido y afectan el rendimiento global de las personas que han quedado con ellos, con lo cual, se tienen grandes probabilidades de recaída.
De ahí su importancia en reconocerlos, más aún, el facultativo menciona que una de cada tres queda con estos efectos. “De 100, 30, es un número altísimo. Por eso, es indispensable un buen tratamiento. Hay mecanismos novedosos que impactan positivamente en los síntomas cognitivos, entonces si hay un medicamento específico que mejora eso, tiene un impacto positivo en los efectos residuales y evidentemente habrá mejor rendimiento en todo sentido, mejor calidad de vida”.
¿Cuánto tiempo se demora en pasar?
Luis Risco afirma que depende de la respuesta que tenga la persona al tratamiento. Pero que no debiera pasar de las tres semanas, aún así se requerirá de apoyo familiar, entrevistas médicas y farmacoterapia apropiada. “Todos se recuperan, la diferencia es el cómo y el cuándo”.
¿Cómo identificar los síntomas?
Principalmente, se estará frente a ellos cuando “alguien” no ha vuelto a ser totalmente como era antes de la depresión. Para esclarecer cuáles son en detalle, el doctor Luis Risco enumera las deficiencias de una post depresión.
1. Fallas de la memoria a corto plazo, la afluencia verbal, la capacidad de concentrarse.
2. Falta de focalización y mantener la atención.
3. Irritabilidad.
4. Imposibilidad de tener a la mano la información que se necesita en un momento dado.
5. Dificultades para llevar a cabo sus trabajos y tareas con la misma eficiencia que tuvo siempre.
6. Les cuesta el doble responder a las cosas que normalmente respondían, tal como responder un mail.
7. Fatiga fácil, despertarse cansado.
8. No poder organizar una reunión y sentirse frustrado por no hacerlo.
9. Sensación de que algo les pasa pero que no pueden entender bien, de que a pesar de sentirse bien emocionalmente y que pueden pensar bien, no pueden resolver los problemas propios de la existencia.
