EMOLTV

Proponen que etiquetado incluya el ejercicio necesario para quemar las calorías de una bebida o alimento

Un experimento demostró que con una información más práctica y comprensible, las personas son capaces de tomar mejores decisiones para su salud.

28 de Octubre de 2014 | 08:42 | Por M. Francisca Prieto, Emol
imagen
Con total sinceridad, ¿tienes claro qué son las calorías y el rol que juegan en la nutrición? Si tu respuesta es afirmativa, ¡bien por ti!; y si es negativa, no te sientas mal porque según los especialistas para la mayoría de las personas la información calórica que aparece en el etiquetado de los alimentos es prácticamente incomprensible y, por lo tanto, no funciona como un mensaje de salud.

"Las personas no entienden lo que son las calorías porque la industria se ha encargado de confundir los términos, cambiando la composición de los productos, agregando más de un ingrediente y menos de otro, con el fin de confundir al usuario", sostiene la nutricionista de Be Mom Alejandrina Varela.

Según la especialista, un ejemplo claro es el caso de los chocolates sin azúcar. "Si analizamos el componente principal del chocolate, es la grasa y ésta es la que más aporta calorías por gramos. Por lo tanto, si se elimina el azúcar, la caloría total del chocolate no va a variar en más de 50 por porción", explica.

Ante tanta confusión, algunos científicos han postulado que la información nutricional de bebidas y alimentos debe ser más práctica, es decir, que en lugar de incluir las calorías que éstos tienen, indique la cantidad de ejercicio que se necesita hacer para quemarlas. Así, según ellos, las personas dispondrán de datos duros que les permitirán tomar decisiones más saludables a la hora de elegir entre un alimento y otro.

Para probar la verdadera efectividad que una medida como ésta tendría, un equipo de científicos de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins realizó un experimento en barrios de bajos ingresos de Baltimore, en los que seleccionaron seis tiendas de esquina para instalar carteles donde aparecía información respecto a 591 ml de una bebida normal, una deportiva y un jugo de frutas.

En algunos carteles sólo se mostraban las calorías absolutas (250) de los líquidos; en otros el número de cucharaditas de azúcar (16), y en los últimos la cantidad de minutos de trote (50) o millas de caminata (5) necesarias para quemarlos.

Así, entre agosto de 2012 y junio de 2013, los investigadores recolectaron los datos de las compras realizadas por adolescentes negros  -quienes son asiduos consumidores de bebidas azucaradas y son uno de los grupos de mayor riesgo de obesidad en Estados Unidos - en las tiendas seleccionadas. Al analizarlos se dieron cuenta de que el cartel más efectivo para lograr que los clientes prefirieran alternativas más saludables, era el que indicaba la cantidad de ejercicio que debían hacer para quemar las calorías de la bebida.

Además, los jóvenes continuaron prefiriendo las opciones menos calóricas o de menor tamaño hasta seis semanas después de que se retiraron los carteles.

"Las personas en realidad no entienden qué significa decir que una soda común tiene 250 calorías", sostuvo Sara N. Bleich, profesora y directora de la investigación, y agregó: "Si se le va a dar a la gente información sobre la calorías, es posible que haya una mejor manera de hacerlo".

De esta manera, la gran conclusión del estudio según Bleich, es que "cuando se explican las calorías de una forma fácilmente comprensible como cuántas millas se necesitan para quemarlas, se puede lograr un cambio en el comportamiento".

"Hay un fuerte vínculo científico entre el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad. El uso de estos carteles fáciles de entender y de instalar puede ayudar a promover la prevención de la obesidad o pérdida de peso", añadió Bleich, según informó el sitio "Science Daily".

¿Una medida útil para Chile?

Es por esto que ahora la especialista quiere dar un paso más: aplicar su experimento en la población hispana de Estados Unidos e incluir la información calorías/ejercicio en alimentos sólidos. Sin embargo, la idea de ampliar la iniciativa aún más que eso, todavía se ve un poco difícil, ya que -según informa "The Atlantic"- si bien Bleich cuenta con el respaldo de la Food and Drug Administration (FDA) para que el etiquetado nutricional sea más relevante y "digerible", también ha recibido la oposición de los grupos empresariales relacionados con los alimentos.

A juicio de Alejandrina Varela, la idea de que el etiquetado incluya la cantidad de ejercicio que se debe hacer para quemar las calorías de un producto, no sería una medida efectiva y clara. "El 70% de los chilenos son sedentarios y esta cifra refleja el bajo interés que existe para adquirir un estilo de vida saludable. Si incluimos el ejercicio en los alimentos, no cambiará en nada la elección de uno u otro producto", asegura.

La nutricionista agrega que para incentivar el consumo de alimentos menos calóricos, la industria debe ser capaz de elaborar productos con buenas características organolépticas, es decir, sabor, olor, conservación, etc. "Las personas evitan el consumo de alimentos dietéticos porque no les gusta el sabor del endulzante utilizado", sostiene.

Entonces, ¿cómo debería ser un etiquetado que realmente ayude a frenar el aumento en las tasas de obesidad? Según Alejandrina Varela, se necesita algo más simple. "Cada producto del mercado debiera estar rotulado con dos círculos con letra grande, donde salga las calorías por cada 100 gramos para comparar y por porción, que es lo que finalmente vamos a consumir. Con esto lograríamos generar competencia entre los productores, no podrían jugar con nosotros engañándonos con los envases en que presentan los productos y, por otro lado, permitiría comparar una marca y otra", plantea.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?